No es cuestión de tiempo, ya que el Villarreal dispondría de un amplio plazo para encontrar un relevo a la baja de Andrés Fernández debido a una lesión de larga duración, pero el club amarillo valora cada vez con más fuerza la opción de no acudir al mercado para buscar un nuevo portero para el primer equipo. La cercana reaparición de Sergio Asenjo, al que el equipo espera a finales del próximo mes de septiembre, es una de las razones de peso que habría llevado a la cúpula deportiva del Submarino a descartar un nuevo fichaje bajo los palos, sobre todo después del esfuerzo económico en la renovación del propio Asenjo y la adquisición de los derechos del lesionado Andrés. Pero la confianza en las condiciones de Mariano Barbosa para cumplir en los cuatro partidos de Liga y otros dos de Europa League —siempre aproximadamente— antes de la irrupción del palentino también ha contado. El argentino es la apuesta contra la maldición de la portería. «Estoy preparado. Llega la oportunidad y ahora toca aprovecharla», recalca Barbosa.

La oportunidad a la que se refiere el argentino, guardameta de aquella histórica semifinal de Champions ante el Arsenal (2006), no llega de la forma deseada —«Andrés tiene todo mi apoyo»—, pero Mariano no quiere darle más vueltas: «Hay que estar siempre preparado; unas veces toca por la lesión de un compañero y otras por decisión técnica. Nunca sabes cuándo puede llegar la oportunidad». Y ha llegado. Desde la total asunción del rol de tercer portero, pero con la ambición que le permite aconsejar al Villarreal. «No es algo que me preocupe si llega o no otro portero. Yo no me gasto el dinero, se lo gasta el club», explica Barbosa, al que nadie ha dicho que la baja de Andrés vaya a ser cubierta. «El club confía en mí y me da la posibilidad de estar aquí. Si no fiera así no estaría en el Villarreal», apunta el argentino, que en principio tendrá como guardaespaldas a alguno de los porteros del filial, Ander Cantero o Joan Femenías.

El debut en casa

Si no ocurre nada extraordinario, Barbosa será el encargado de fender la meta amarilla en el primer partido de la temporada en el Estadio de la Cerámica, ante el Betis, una cita en la que espera que la afición «sea partícipe de la reacción del equipo».