Recuerdo el debut de Javi Calleja en el Molinón con el Villarreal un 26 de marzo del 2000 (1-2). Fue la gran sorpresa de aquel día porque Paquito le convocó de urgencia por una salida nocturna de algún jugador del primer equipo. Le puso de titular y se convirtió en uno de los destacados. Y espero poder presenciar en Israel este jueves su debut como entrenador. No oculto que tengo un cariño especial por Javi como persona y me hace una gran ilusion verle como técnico.

Le he visto sufrir y llorar con la muerte de su madre, con las graves lesiones que padeció y siempre con el perfil de un tipo currante, humilde pero con un carácter indomable. Si alguien piensa que se le subirán a la chepa por su inexperiencia está muy equivocado. Calleja ha conocido de primera mano el crecimiento del club como jugador y se ha formado en él como entrenador. Él si que es un producto de la casa al 100%. Deseo a Javi lo mejor, pero no olvido mi respeto por un caballero como Fran Escribá. El fútbol da y quita. Suerte a ambos.