Su regreso fue como la vuelta de un hijo pródigo. Sensato, siempre sonriente y optimista, Santi Carzorla ejerce como lo que es, uno de los capitanes de un Villarreal CF que no atraviesa un buen momento de juego y resultados. El asturiano dio un paso al frente ahora que vienen mal dadas, apelando a la calma y echando una lanza en favor del técnico groguet, Javier Calleja.

El mediapunta cree determinante ganar el próximo partido. «El duelo ante el Atlético de Madrid es una reválida para el equipo y cuanto antes nos olvidemos de la última derrota ante el Espanyol, mejor», indicó.

Para el jugador amarillo, la clave está en recuperar la confianza: «Tenemos que ser conscientes de que si estamos a nuestro nivel podemos superar a cualquiera».

TODAVÍA ES PONTO / Cazorla llamó a la paciencia en el entorno. «No hay que ser alarmistas. Llevamos ocho jornadas de Liga y quedan todavía treinta. Sí que es verdad que el equipo no está en una buena dinámica pero queda mucho por delante», arguyó un asturiano que tiene claro que «para salir de este bache necesitamos el apoyo de todos y en especial de la afición. Es fundamental sentirlos cerca nuestro», reclamó.

A sus 33 años, es sabedor de que su papel de veterano es fundamental en una plantilla tan joven: «Siempre intento aportar todo lo que puedo tanto dentro como fuera del terreno de juego, así como mi experiencia. Al final tenemos que estar todos unidos y tirar para el mismo lado».

FRAGILIDAD ANÍMICA / Uno de los aspectos que reconoce es el bajo estado de ánimo del equipo: «Estamos frágiles de moral. Al mínimo detalle en contra que tenemos, el equipo no sabe reaccionar. Nos ha pasado factura el inicio liguero, ya que aunque sí que es verdad que en algunas jornadas merecimos tener más punto, los malos resultados fueron un lastre para los siguientes partidos».

«Todo eso provoca que cualquier detalle o error que cometemos lo pagamos caro y no sabemos reaccionar. Pero queda mucho por delante y esperemos que el equipo de la cara y mejore en muchos aspectos», insinúa.

«La clave estuvo en no poder ganar al Valladolid tras haber superado al Athletic en Bilbao. Eso hubiera sido un plus para el equipo, porque sumar seis puntos seguidos nos hubiera dado mucha moral», reconoció, añadiendo que «la derrota del Espanyol hay que asumirla como lo que fue, una victoria de un rival que fue muy superior a nosotros y eso es lo que tenemos que cambiar».

«Está claro que hemos hecho cosas mal y estamos trabajando para cambiar esa dinámica», dijo.

También trató el tema de Calleja, al que avaló: «Con el míster hemos hablado de los problemas y todos estamos remando en la misma dirección». «El entrenador tiene confianza plena tanto nuestra como de la directiva y el mejor camino para todos es que continúe, y ojalá podamos lograr la victoria ante el Atlético de Madrid y mirar hacia arriba», sentenció.

«El mensaje que nos transmite el técnico es que sigamos confiando en nosotros y en lo que queremos. Sabemos su idea y debemos paliar los defectos que tenemos, recuperar confianza y empezar a crecer desde atrás», finalizó.