Las prestaciones del Villarreal CF, aun teniendo en cuenta el potencial de una plantilla con puestos doblados con futbolistas de garantía, sorprenden todavía más teniendo en cuenta que no lo está teniendo fácil con las lesiones. Nada fácil. No solo por las de larga duración (Alberto Moreno desde prácticamente el principio y Vicente Iborra desde hace un mes), sino por los percances musculares, que van irremisiblemente ligados a la presión de un calendario que concatena un encuentro con otro, con viajes que limitan los descansos.

Si Moi Gómez, que no acabó el partido en Balaídos por una sobrecarga tras marcar, es incluido en el parte de lesionados para el Tenerife-Villarreal del domingo a las seis de la tarde (horario peninsular), de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, será la 17ª lesión muscular en el grupo que dirige Unai Emery.

Los ‘pacientes’

Nueve futbolistas, en algún momento de la temporada (técnicamente, todavía sin haber atravesado su ecuador), se habrán perdido al menos un partido por este tipo de dolencias; el extremo alicantino, además, reincidiría. Mario Gaspar (actualmente de baja), Paco Alcácer y Pervis Estupiñán (ambos cerca de reaparecer), Carlos Bacca, Gerard Moreno, Juan Foyth, Dani Parejo y Francis Coquelin son los futbolistas de los que, en periodos más o menos largos, el entrenador de Hondarribia ha tenido que prescindir, a pesar de compaginar primero LaLiga con la Europa League y, este mes, aquélla con la Copa del Rey.