Supo dar un paso hacia atrás para luego dar dos hacia delante hasta en dos ocasiones, con sendas salidas al Mallorca (cedido en Segunda División A) y al Espanyol (traspasado con opción de recompra en Primera), para poder regresar al Submarino como lo que es: un delantero de nivel, contrastado, que definitivamente ha firmado un pacto con el gol y que, además, se ha consolidado como uno de los delanteros de la selección española de Luis Enrique.

Gerard Moreno Balagueró (7 de abril de 1992, Santa Perpètua de Mogoda, Barcelona) es uno de los estandartes y de los capitanes del Villarreal CF. El 7 amarillo acumula, con solo 28 años, 214 partidos en Primera, con la friolera cifra de 77 goles; y ya suma nueve internacionalidades con España, habiendo marcado cuatro tantos.

El killer del conjunto que dirige Unai Emery ya logró el pasado ejercicio el Trofeo Zarra al máximo goleador nacional y este año, tras 14 jornadas, acumula ocho dianas, el principal mayor artillero por encima de Iago Aspas, Luis Suárez o Mikel Oyarzabal.

El goleador groguet está cumpliendo sueños en el Submarino y ahora tiene, además, retos muy importantes en el horizonte, como el poder jugar la Eurocopa con España y, sobre todo, poder levantar un título con el Villarreal CF. El barcelonés repasa para Mediterráneo cómo está transitando la gran temporada del combinado amarillo en un ejercicio que se antoja «muy ilusionante».

-Vaya añito y medio que lleva, en lo deportivo. Máximo goleador nacional, selección española… ¿Esperaba esa explosión?

--La verdad es que en el último año en el Espanyol ya encontré el camino del gol. A partir de ahí, llegó mi fichaje por el Villarreal y seguí haciendo goles. Encima, el pasado ejercicio pude lograr el Trofeo Zarra al máximo goleador español con el Submarino, un trofeo que en mi último año en el Espanyol me lo quitó al final Iago Aspas.

-Ante dicha tesitura, ¿se siente en condiciones de optar a ser el máximo goleador de la Liga?

--¿Ir al por el Pichichi? ¿Por qué no? Con los pies en el suelo. Es un reto que uno se pone, el hacer el mayor número de goles posibles. Para mí es un orgullo y un honor haberlo sido ya y volver a optar al Trofeo Zarra con el Villarreal ojalá que pueda repetirlo. Ello implica el que también puedes pelear por ser el máximo goleador de toda LaLiga, aunque cierto es que hay mucho nivel y competencia, ya que debes pelear ante jugadores como Messi y Benzema. Al final lo importante es que las cosas le vayan bien colectivamente al Villarreal, porque así seguro que, luego, me van bien a mí en lo individual.

-Lejos queda aquel canterano que se estrenó en el primer equipo en diciembre del 2012 en Segunda A y que hizo debutar Marcelino en septiembre del 2014 en Primera División. Cada vez es más importante en el equipo. ¿Se considera un líder en el Submarino? -Lejos queda aquel canterano que se estrenó en el primer equipo en diciembre del 2012 en Segunda A y que hizo debutar Marcelino en septiembre del 2014 en Primera División. Cada vez es más importante en el equipo. ¿Se considera un líder en el Submarino?

--En un equipo cada jugador tiene su rol y sí que es verdad que yo ahora, en este Villarreal, me siento como uno de los jugadores con experiencia. Soy consciente de que nuestro papel es echarse el equipo a las espaldas, ponerlo todo al servicio del equipo y, además, ayudar a los canteranos a crecer. Soy uno de los capitanes, y para mí es un privilegio llevar el brazalete del Villarreal, ese que han lucido tantas leyendas de club.

-Hablando de jóvenes, menuda hornada tiene la Cantera Groguet

--La verdad es que el Villarreal es uno de los clubs que más cuida a su cantera de toda España. Yo fui canterano, y en este club siempre me han ayudado; y ahora me corresponde a mí cooperar en el crecimiento de estos talentosos compañeros y ponérselo fácil.

-Además, su camino hasta consolidarse como futbolista de Primera División tuvo varias fases, incluso tuvo que salir del club para luego volver. ¿Se arrepiente de alguna de las decisiones que tomó?

--Recuerdo que Julio Velázquez me hizo debutar en Segunda A con el primer equipo, luego logramos ascender a Primera con Marce [Marcelino García Toral], que fue quien me hizo debutar en Primera División. A partir de ahí, Marce fue sincero y valoramos la posibilidad de que una cesión a un Segunda A como el Mallorca me vendría muy bien. Y sí que lo fue; de hecho volví al Villarreal como un futbolista hecho. Y luego decidí marcharme al Espanyol porque allí me garantizaban la continuidad que en el Submarino, por el nivel de la plantilla, no me podían ofrecer. Las cosas también fueron bien y, tras ello, regresé al Villarreal ya con un rol importante como el que tengo ahora. Considero que he tenido suerte en todas las decisiones que he tomado en el fútbol, y que he acertado en todas ellas. Estoy muy orgulloso por ello.

-Sus buenos números y buenas actuaciones le han llevado a ser un fijo en la selección. ¿Le ilusiona el hecho de poder jugar la próxima Eurocopa en el 2021?

--Jugar en la selección española es un sueño cumplido. No hay nada más bonito para un futbolista que poder representar a tu país, es lo mejor que le puede pasar a un jugador. Me siento un afortunado y un privilegiado por ello. Y, evidentemente, ahora que estoy ahí, mi propósito es trabajar duro en el Villarreal, seguir aportando goles y que gracias a ello opte a poder estar en la Eurocopa. Jugar una gran competición con la selección es otro de los grandes retos al que todo futbolista aspira.

-El club ha reforzado esta temporada la plantilla con futbolistas de enorme calidad y un técnico de mucho prestigio. ¿Dónde está el techo de este Submarino?

--El Villarreal ha sembrado las bases para hacer un gran proyecto y para aspirar a cosas importantes. Cuando el club comenzó a gestar todo esto, se nos inculcó la palabra ilusión y la frase ilusión por hacer algo grande. Nosotros estamos en el camino de poder dar grandes alegrías a nuestra afición; y ahora llegan meses decisivos en los que queremos llegar con opciones a poder optar a todo.

-De hecho, en la entidad ya nadie oculta que es el año para intentar asaltar un título o al menos jugar una final. ¿Lo ve así?

--Cuando hablo de ilusión, me refiero a que en el Villarreal tenemos la ilusión de poder llegar a una final y de poder conquistar un título. Todos los que estamos dentro de la entidad así lo sentimos. Desde luego, por trabajo no será. Queremos hacer algo grande con el Villarreal, hay que ser ambiciosos. ¿Y por qué no ser los primeros? Nunca nadie aquí ha logrado un título y nosotros sabemos que es muy difícil, pero por qué no buscarlo. De momento, lo que queremos es seguir avanzando con opciones en todas las competiciones y disfrutar del camino.

-La llegada de Unai Emery al banquillo ha supuesto un salto de calidad y de ambición. ¿Qué opinión le merece el técnico?

--A Unai le avala su enorme experiencia y su gran carrera. Ha entrenado en clubs top a nivel mundial y ha logrado títulos. Es un placer poder trabajar y aprender junto a él. Es un entrenador muy cercano y exigente a la vez; y eso posibilita que el jugador coja más confianza y sea cada vez más competitivo. Se aprende mucho con él. Emery tiene mucha ilusión por hacer cosas importantes y eso se transmite y nos llega. Todo ello se refleja en la buena temporada que estamos realizando, con tantas jornadas y partidos seguidos sin perder.

-Tiene razón. Y si no, mire la racha de partidos que han encadenado.

--Mentalmente la temporada está siendo muy exigente, tanto por la situación extradeportiva originada por el coronavirus como por el poco descanso que hubo en verano y el calendario tan comprimido que hay. Por ello debemos poner en valor la racha de partidos sin perder que hemos encadenado. Es muy difícil mantener este nivel de concentración y de fiabilidad en el fútbol de élite. Ahora nos toca ser constantes y seguir creciendo para mantener tan elevado nivel de resultados.

-Está habiendo una importante plaga de lesiones, en el Villarreal y en otros clubs. ¿Le preocupa? ¿A qué cree que se debe?

--Las lesiones son parte del juego, y eso hay que verlo así. Nos lo tomamos como algo natural. No podemos quejarnos, porque todos los clubs están en la misma situación. Además de los problemas del covid-19, no hay semanas en las que se descanse entre medias, con partidos jueves y domingo, entre Liga, Europa League y ahora la Copa del Rey. Hay que adaptarse a las circunstancias y aprovechar que tenemos una plantilla amplia y de calidad para seguir manteniendo el nivel y quedar lo más arriba posible en las tres competiciones.

-Razón tiene, porque esto no para ya ni por Navidad.

--Hay que acostumbrarse. En Inglaterra es una tradición. Nos llega un tramo duro con muchos partidos, pero a los futbolistas nos gusta y en el Villarreal tenemos ganas de seguir compitiendo y de seguir creciendo. Es más, ahora llega la Copa del Rey, en la que tenemos puestas muchísimas ilusiones de hacer algo importante.

-Pensando en el corto plazo, ahora se miden al Athletic, un conjunto que va a más. ¿Considera que es un partido trampa?

--El Athletic es muy buen equipo, con una plantilla de mucho nivel a pesar de la irregularidad que están ofreciendo esta temporada. Si dan el máximo nivel, son muy competitivos, por lo que será muy complicado. Que la gente tenga claro que ganar un partido en Primera División es muy complicado, sea contra quien sea.

-¿Se refiere a que el fútbol de hoy en día ha cambiado?

--El fútbol de ahora no es como el de antes. Todos los equipos compiten, trabajan, estudian a los rivales… hasta los de abajo y los recién ascendidos. Antes, solo con el nivel de las plantillas se ganaban los partidos. Ahora está todo igualado, no hay favoritos. Y si no, que se lo digan al Barcelona y al Madrid frente a rivales como el Cádiz y el Alavés, a los que no han ganado e, incluso, ante los que han perdido.

-La última. Dice que el fútbol ha cambiado… y encima sin público. ¿En qué cree que está afectando en el desarrollo del juego?

-Cierto. Sinceramente, esto está siendo muy duro para todos, para los jugadores también. Echamos de menos tener el apoyo de nuestra afición en los partidos e, incluso, ese ambiente que generan las hinchadas rivales cuando juegas fuera de casa. En la situación en la que estamos todo influye y que no haya público, no ayuda. Esperemos que en un futuro cercano todo puede solucionarse a nivel de salud y tras ello, en el deporte.