Fran Escribá está inmerso en los últimos días en los preparativos de la pretemporada que arrancará el 10 de julio en la Ciudad Deportiva, la primera que el técnico podrá desarrollar en el Villarreal, al que llegó la pasada campaña prácticamente para comenzar la competición oficial. «Me llamó Fernando Roig el 10 de agosto, cuando estaba a punto de comerme un helado», recordó en la tarde de ayer con humor Escribá, protagonista en el I Congreso de Fútbol organizado por Next Mind y que se desarrolló en la Universidad de Alicante.

Allí, el preparador del Submarino avanzó algunos detalles de lo que será la próxima temporada, centrándose, sobre todo, en el tratamiento que tendrá la participación del Villarreal en la Europa League, después de asumir el propio Escribá que quizás se equivocó en el modo de plantearla la pasada campaña. «Ahora tengo claro que no pueden jugar el domingo un once y el jueves, en la competición europea, otro once completamente distinto. Ahí quizás me equivoqué porque a lo mejor transmites que el encuentro es poco importante», analizó el entrenador valenciano, que cambiará de estrategia en la próxima edición de la segunda competición continental, que comenzará para los amarillos a mitad de septiembre. En la próxima Europa League la idea es la de minimizar las rotaciones, manteniendo en el once entre seis o siete jugadores del equipo base en la Liga. «Es uno de los temas que tenemos que analizar en profundidad en la pretemporada», señaló Escribá ante los participantes en el congreso de Next Mind.

ELOGIO A UN CANTERANO

Escribá no profundicó demasiado durante su intervención en las individualidades que tiene a su mando en el Submarino, aunque sí que destacó de manera especial el crecimiento que ha llevado a cabo el centrocampista Rodrigo Hernández, estos últimos días concentrado con la sub-21, categoría que el preparador groguet cree que se le quedará muy pronto pequeña. «Va a ser seguro jugador de selección absoluta», vaticinó Fran Escribá sobre un futbolista «espectacular» y que «ya está contando mucho a pesar de que queda Bruno para rato».

Escribá se prepara para vivir un inicio de competición mucho más llevadero que el anterior, en el que su principal virtud fue «transmitir tranquilidad». «Si el grupo no confía en ti, estás muerto; y si te ven muerto estás doblemente muerto».