Hace unos años leí un libro de Gerard Donovan: El telescopio de Schopenhauer. Extraje un buen mensaje. Arthur Schopenhauer proponía un viaje de 50 años al futuro y desde allí mirar al presente por el lado erróneo de un telescopio y observar desde él con la perspectiva del tiempo. El filosofo alemán nos pretendía explicar que con el paso del tiempo las cosas se ven muy diferentes.

Sí, si miramos por el retrovisor, lo que ha recorrido el CD Castellón era impensable entonces. Y mi reflexión es si esta senda se ha cubierto, por decirlo de forma coloquial andando y en solitario, ¿hasta dónde podría llegar si se plantase en el camino, con compañía y con medios de transporte adecuados?

Cuando comparto una tertulia con Vicente Montesinos, a quien yo siempre denomino el Gary Cooper albinegro, pienso en ocasiones, que tiene algo de iluso. Luego reflexiono y llego a la conclusión de que cuando mire por el lado erróneo del telescopio dentro de unos años (no 50 evidentemente), observaré a un hombre que pelea por lo que quiere, manejando sus escasas armas (aunque ya ha puesto mas dinero que nunca nadie en el Castellón) con calmada y pausada visión e ilusión de a dónde puede y quiere llegar.

También si miro al futuro, observo que resta mucho por hacer si se quiere construir un proyecto con poso y que no sea pasajero en el tiempo.

El presidente decía que el Castellón es el club mas saneado de LaLiga, cierto es, pero a la vez uno de los que menos activos posee. Mas bien nada, o casi. Sí, masa social, pero también la tienen otros muchos. Por tanto, queda mucho por hacer y hay que ponerse en acción. Y Gary Cooper no podrá construir el futuro solo.

El CD Castellón es branding para la ciudad y también aporta business, y mas podría generar si se hacen las cosas bien. Y la marca, algo que los castellonenses no hacemos bien, hay que cuidarla mucho. El Castellón necesita colaboración de su Ayuntamiento y de sus instituciones, no es necesario que sea con dinero, porque existen otras formas de apoyo, como sucede en otras ciudades del país. Hay que cuidar la marca, porque lleva el nombre de la capital.

Castalia se ha quedado antiguo y a mi me da vergüenza que no haya tan siquiera buena luz para ver los partidos por televisión. Y que el club tenga que entrenar a 20 kilómetros porque en la capital no hay un campo para una entidad de 98,5 años de vida, que celebrará su Centenario dentro de poco, esduro. Son tiempos de liderazgo, de tirar hacia adelante y generar progreso, marca, imagen, futuro... ¿Qué veré en el telescopio de Schopenhauer cuando enfoque al CD Castellón? El futuro no se construye andando en solitario. Chencho, Arquimbau, Basilio, Planelles, Clares, Tonín, Cubillas... y el bebé que nació ayer con la ropita albinegra forman parte del escudo junto a muchos miles mas. Soy optimista por naturaleza. PPO.