Mañana es el día. Gerard Moreno vivirá el que será el momento más emotivo de la temporada con su regreso a Cornellà y su enfrentamiento con el Espanyol, el club que defendió las tres temporadas anteriores antes de un regreso al Villarreal que en un amplio sector de la afición periquita no sentó precisamente bien, a pesar de dejar en las arcas del club catalán 20 millones de euros, amén de 39 goles en partidos oficiales vitales para la estabilidad deportiva.

Todos los focos estarán centrados en el futbolista de Santa Perpètua de Mogoda. Los del Espanyol ante la incógnita del recibimiento que le dispensará la grada del RCDE Stadium en su primera aparición tras su fichaje por el Submarino al final de la pasada campaña. Los del Villarreal para comprobar el poder de reacción del delantero de referencia del actual proyecto, tras la decepción del pasado domingo al errar un penalti que pudo haber cambiado la decoración en la última derrota de los groguets en la Liga, en el Estadio de la Cerámica ante el Valladolid.

La primera de las incógnitas se desvelará a partir de las 16.15 horas, en la presentación de ambos equipos sobre el césped. El debate está abierto durante toda la semana, aunque la mayoría de las opiniones expresadas por los aficionados espanyolistas van más en la línea del respeto hacia el delantero, como reconocimiento a los buenos momentos brindados por Gerard en los tres últimos años. «Tenemos una afición muy respetuosa. Gerard Moreno ha hecho mucho por el Espanyol y me gustaría que fuera bien recibido este domingo», decía el técnico del conjunto perico, Rubi, sumándose a la corriente que aboga por un recibimiento cordial para el ahora jugador del Submarino. «Nuestra gente sabrá apreciar que es un futbolista que nizo todo lo posible sobre el terreno de juego por nuestro equipo», reclamaba esta misma semana Rubi.

¿Y el futbolista? ¿Cómo espera que sea ese regreso a Cornellà? «La gente se expresa como quiere y hay que respetarlo, pero evidentemente me gustaria que no se me recibiera mal, porque al final creo que no he hecho nada malo», apuntaba a Mediterráneo el protagonista del próximo partido de Liga, que nunca ha negado que se siente uno más de la familia del Espanyol, el club en el que empezó a dar las primeras patadas a un balón con tan solo ocho años. De todos modos, Gerard Moreno entendería cualquier reacción durante el choque de este domingo, «tanto si aplauden, silban o quedan indiferentes».

EN BUSCA DEL GOL

Pase lo que pase, Gerard irá a lo suyo, que no es otra cosa que buscar los goles que permitan al Villarreal mantener su racha a domicilio, opuesta a la de local y sin derrotas ni en la Liga ni en Europa. A pesar de sus buenas actuaciones, al delantero le está costando encontrar el camino de la portería contraria. Desde el gol de la primera jornada ante la Real, Gerard no ha vuelto a ver puerta en Liga, algo que desde Cornellà creen que puede haber afectado a su estado anímico. «No he hablado con él, pero coincidimos en el Villarreal y en aquella época estaba contento. No creo que ahora sea diferente», decía ayer el examarillo Leo Baptistao, desmintiendo esa teoría. Gerard espera que su reencuentro con Cornellà coincida con su reencuentro del gol.