Unai Emery fue determinante para que Take se decidiera por el Villarreal. Le convenció con argumentos, contagiándole ilusión e, incluso, explicándole en una pizarra magnética cómo le veía en el esquema de su equipo y motivándole acerca de cuales eran las posiciones en las que podría obtener mas rendimiento. La intervención directa del técnico vasco logró que declinara otras ofertas. Take no tiene otro objetivo que crecer como futbolista. Lo tiene metido en la cabeza desde que con 8 años se desplazó con su madre y su hermana a Barcelona para incorporarse a las inferiores del Barça.

Es un japonés que juega a futbol como un brasileño o si quieren como la generación de los Xavi, Iniesta, Cazorla… Cuando la sombra del Mago asturiano se intuye muy alargada en la Cerámica, él es lo mas parecido al genial futbolista que ahora triunfa junto a su excompañero de Selección, ahora como entrenador en Qatar en el Al-Sadd.

El Villarreal se ha reforzado muy bien, pero todavía el mecanismo del equipo se encuentra en la fase de encajar bien todas las piezas para que el Submarino funcione adecuadamente y como pretende Emery. El propio entrenador reconocía el domingo, en el Camp Nou, que todavía le falta conocer perfectamente a sus jugadores y saber cómo sacar lo mejor de cada uno de ellos. Incluso se llegó a autoinculpar de la penosa primera parte ante el Barcelona, aunque también hubo mucho de una actitud deficiente, al margen de que el rival sigue siendo un grande pese a que se halle en horas bajas, y merecía un trato mas reverencial y respetuoso. El mismo error que cometió Calleja dos meses antes.

Cazorla le daba alma y un toque de distinción, improvisación, desequilibrio y esa chispa de genialidad y precisión en los metros finales que decide partidos. Y el Villarreal todavía no ha encontrado como jugar el día después del poscazorlismo. Posee muy buenos futbolistas, incluso la llegada de Estupiñán contribuirá a sumar verticalidad y desborde. Sí, pero se necesita un nuevo Mago si se quiere sacar partido de dos puntas como Gerard y Alcácer, que necesitan alguien que lea su mente y les habilite las asistencias necesarias para irrumpir en los espacios libres y aprovechar su pegada en el área.

Kubo, un vivo exponente de la Generación Z (aquellos nacidos a partir de 2001) con cara de niño bueno, es a sus 19 años el futbolista que mas se asemeja a Cazorla. Habilidoso, con una gran visión de juego,aplicado en el juego defensivo y tácticamente disciplinado, rápido en la conducción del balón pegado al pie, con desborde en el uno contra uno y una visión de juego brillante, con un excelente golpeo de balón y aunque su pierna natural parece que es la izquierda, es complicado adivinarlo, porque es, como el asturiano, totalmente ambidiestro.

HA TENIDO POCOS MINUTOS

Emery le ha dado pocos minutos. Su participación ha sido escasa e, incluso, se ha echado en falta antes. Pero da la sensación de que mas que dejarle en su segundo plano, el técnico le protege para cuando llegue el momento, su eclosión sea definitiva, porque es un enamorado de la calidad y el talento de Kubo, con quien tiene una fluida comunicación, dado el buen dominio del español (incluso del catalán) del nipón.

Take Kubo no solo es un buen jugador de fútbol. Tiene una madurez poco habitual en su edad. Posee la jovialidad y frescura del carácter mediterráneo, pero a la vez el respeto, solidaridad y compromiso de la cultura japonesa. Ha entrado con muy buen pie en el Villarreal.

El domingo señaló en la rueda de prensa telemática posterior al partido del Camp Nou que Take sigue dando pasos hacia adelante. En los pocos minutos que ha disputado ha mostrado su largo muestrario de virtudes y que cuando está sobre el campo, el Villarreal es mas peligroso. Mañana puede llegar su hora, que cada día parece mas cercana. La duda que invade a Emery es si su entrada pude suponer un cambio de sistema y pasar del 4-4-2 al 4-2-3-1, que podría adaptarse mejor a sus características, aunque con dos puntas puede jugar perfectamente.

No podría ser la única novedad. Iborra, quien ha pasado de ser indiscutible en la anterior etapa de Calleja en el banquillo, a ser suplente en los tres primeros partidos, también podría regresar al once y convertirse en otra de las caras nuevas ante el Alavés. Emery salió muy disgustado de la primera parte del Villarreal. La actitud es innegociable y los equipos del preparador de Hondarribia si destacan por algo es, precisamente, por correr los 90 minutos. En el Camp Nou solo pasó durante 45 minutos. Errores puntuales al margen.