Si existe algún futbolista que rompa con buena parte de los estereotipos de un futbolista, ese es Andrés Fernández. El guardameta del Villarreal tiene muchas inquietudes lejos de un campo de fútbol. Así lo demostró ayer jueves como ponente en el ciclo de charlas CASFID Innovation Talks, a las que acudió como fundador y CEO de la empresa tecnológica Biyectiva, que arrancó de la siguiente forma: “Conocí a dos ingenieros murcianos que trabajaban en una especie de zulo que tenía moho. Confié en ellos porque estaban muy preparados y tenían muchas ideas, así que fundamos esta empresa de innovación enfocada a la inteligencia artificial”.

La pregunta teniendo en cuenta las dos facetas del portero era obvia y fue formulada por el periodista David Blay, que presentó la citada charla. ¿Qué cambiaría del fútbol aplicando el sector tecnológico que conoce desde dentro? “El VAR. Lo he hablado con mis socios y tendría que ser algo automático, con un sistema que se podría aplicar desde ya mismo. Jode mucho cuando estás en el campo estar un minuto y medio parado esperando a que el árbitro vea una jugada”, asegura Andrés Fernández, que continúa con su alegato de la siguiente forma: “Se puede mejorar con un sistema de vídeo más tecnológico que al instante te diga si es fuera de juego o si un portero está adelantado o no cuando te tiran un penalti, como me pasó a mí esta temporada”. También pide el jugador que los clubs “inviertan más en Big Data. Creo que hay varios equipos de Primera que ya lo están empezando a hacer porque ahí puede existir una diferencia competitiva”.

Pese a esta tesis, afirma que la tecnología tampoco puede, ni debe suplantar otras facetas importantes del fútbol: “Hay entrenadores que dicen que los datos no valen para nada y otros que solo miran los datos. Se tienen que ir rompiendo barreras, pero con cabeza, porque no puedes basar toda la estrategia en datos sin tener en cuenta otros factores como el estado de ánimo”.

El murciano aseguró que sus inquietudes lejos del fútbol van más allá de su empresa, pues cuenta en la mesita de noche “con tres o cuatro libros. Suelo tener de empresa, de trabajo interior y una novela cuando no quiero pensar en nada”. Asegura Andrés que su caso no es único en este deporte, pero tampoco está demasiado extendido: “En el fútbol hay de todo. Hay jugadores que son unos piezas, pero también gente que estudia, que se forma y que tiene inquietudes”. En su caso particular, explica, su pasión por la tecnología le viene “desde niño. Al principio jugaba con videoconsolas, pero después quería saber cómo funcionaba y de hecho estuve pensando en ser informático antes que futbolista”.