En caravana y en sus coches particulares llegan los jugadores del Villarreal CF al estadio de la Cerámica. Con las calles vacías y con una estampa impropia del tradicional bullicio que acompaña a cada partido de los amarillos en su estadio, se disputan ahora, desde que la pandemia internacional provocada por el covid-19 ha dejado sin públicos los campos, los partidos de fútbol del fútbol profesional.

Uno de los éxitos de LaLiga fue lograr que el fútbol regresará, aunque fuera sin público, pero ello obliga a un estricto protocolo del que no se escapan, ni mucho menos, los jugadores. La nueva norma de este inicio de temporada establece que los futbolistas del equipo local lleguen en sus propios vehículos en solitario al estadio, vestidos ya con la ropa oficial, y solo listos para ponerse las botas y saltar a calentar al terreno de juego.

El protocolo dejó una curiosa escena con una caravana de coches, escoltados por la policía local de Vila-real, llegando apenas unos 40 minutos antes del inicio del encuentro al estadio de la Cerámica. Con el silencioso ruido de la calle de acceso vacía de aficionados. Un poco antes aterrizó en el campo el autobús del Eibar.

Las instrucciones de LaLiga contemplan que después del partido los jugadores locales abandonen el estadio con la misma ropa con la que entraron. Es decir, en el caso de los que jugaron sin ducharse en el estadio, y en lo que al rival se refiere, regresando al hotel para cambiarse de ropa y volver a su ciudad de destino.

En el vídeo de Mediterráneo pueden ver la curiosa escena del Villarreal llegando al estadio en tiempos del Covid-19.