Mario Gaspar Pérez (Novelda, 24-10-1990) no está habituado a ver los toros desde la barrera. Desde que Marcelino, su anterior entrenador, apostara por él en la segunda parte de la temporada del último ascenso, el lateral diestro del Villarreal siempre ha superado con creces la treintena de partidos de Liga, sin olvidar la Copa y Europa. Una regularidad que no solo le ha valido consolidarse como uno de los capitanes del equipo —honor que comparte con Bruno y Jaume—, sino que le ha permitido vestir la camiseta de una selección a la que ayer vio por televisión, pero en la que aspirar a ser de nuevo uno de los protagonistas.

Por eso, a Mario le moslesta de manera especial el mal arranque del Submarino en esta temporada 2017/2018 que al defensa le ha pillado en la enfermería, recuperándose de una microrrotura fibrilar que sufrió a principios del pasado mes de agosto, durante el amistoso que los amarillos disputaron en tierras italianas ante el Inter. Mario es una de las muchas víctimas de la plaga de lesiones que azota al equipo de Escribá, pero no descarta estar para el estreno en casa del próximo domingo.

—Los problemas físicos han castigado duramente al equipo enm este arranque de Liga, y especialmente a la defensa. Tras la lesión de Rukavina aún cobra mayor importancia la recuperación de Mario. ¿Cómo se ve para la cita del próximo domingo?

—Me veo bien, recuperando las buenas sensaciones día a día y, por supuesto, trabajando mucho. Me gustaría estar en el primer partido en casa, pero vamos a ver cómo transcurren los entrenamientos. El lunes [mañana] tengo una prueba y la idea es ir entrando en el grupo a principios de semana, trabajar por mi cuenta el miércoles y el jueves a ver cómo estoy. En el trabajo en solitario ya me encuentro muy bien, sin dolor, pero hasta que no empiezas a entrenar con máxima intensidad y a ir al choque no sabes realmente tu estado.

—¿Ha sufrido mucho en estos dos primeros partidos de Liga?

—Se hace duro cuando no puedes jugar, y más cuando el equipo pierde. Se sufre mucho más que sobre el terreno de juego, donde puedes compartir los malos momentos. Cuando ganas todo el mundo lo pasa bien, pero cuando estás sufriendo esa tensión quieres estar ahí con el equipo.

—¿Les ha pillado a los futbolistas tan de sorpresa este mal inicio de temporada como al resto del entorno del Villarreal?

—Lo cierto es que nadie en la plantilla podíamos esperar un comienzo con este. La idea, por supuesto, no era esta, sino la de coger confianza desde el principio. Por ahora no hemos podido sacar ningún punto, pero estamos dispuestos a empezar a crecer desde ya y para eso hay que ganar pero hay que ganar al Betis. Tenemos claro que nuestro éxito esta temporada pasa por hacer un fortín de nuestro estadio.

—Se ha debatido largo y tendido durante las últimas semanas sobre las causas no solo de los malos resultados, sino también de la imagen negativa que ha dejado el equipo en las dos primeras jornadas. En un análisis rápido, las lesiones, hasta una decena en este inicio de Liga y alguna, como la de Andrés Fernández, gravísima, se llevarían una buena cuota de culpabilidad, ¿no?

—No es normal lo de las lesiones que hemos sufrido. Siempre, durante uan temporada, se suelen dar periodos de más problemas físicos, pero suelen ser sobre el mes de marzo, más o menos. Ya es la segunda temporada consecutiva que acusamos tantas bajas en el principio de la temporada, pero vamos a confiar. El año pasado también empezamos con una dinámica similar y luego nos fue muy bien; debemos fijarnos en eso. Vamos a ver si tras este parón somos varios los que podemos volver. Cuando estemos todos a disposición del entrenador el equipo lo notará.

—El que más críticas se ha llevado, de largo, por el mal arranque es el entrenador, Fran Escribá.

—Al final, en el fútbol la culpa es de los que estamos en el campo y salimos a jugar, aunque entiendo que lo fácil siempre es señalar al entrenador. El año pasado empezamos fuera de la Champions y luego ya vimos qué paso en el resto de la temporada, una de las mejores del club en Primera División. También podemos revertir este mal inicio. Confiamos en el míster a tope.

—¿Le extraña un ambiente tan alterado cuando esto no ha hecho más que comenzar?

—Es que los objetivos siguen todos intactos; como dices, esto acaba de empezar. Estoy convencido de que con dos victorias en el reinicio de la competición todo se verá de otra manera, más positiva. Por supuesto, hay que analizar errores, pero manteniendo la cabeza fría. Ojalá no, pero no será la primera vez ni la última que vayamos a perder dos partidos.

— último. A pesar de que Asenjo aún no ha vuelto y Andrés estará medio año recuperándose de su lesión de rodilla, el Villarreal ha decidido no ir a por un refuerzo en la portería. Eso demuestra una confianza absoluta en Barbosa. ¿Qué le parece?

—Que la confianza en Mariano [Barbosa] es total, pero no solo por parte del club, sino de todos sus compañeros. Para mí es un ejemplo de profesional. Ya lleva varios años aquí con pocas oportunidades de jugar, pero siempre entrenando a tope, con una sonrisa. Él siempre está preparado. El año pasado jugó muy bien cuando le tocó y sabe que cuenta con todo nuestro respaldo y confianza, si no, no tendríamos tres porteros. Esperamos el pronto regreso de Asenjo, pero hay confianza total en Barbosa.