Pese a la última derrota contra el Betis, desde la llegada de Javi Calleja el pasado septiembre este Villarreal es otro… y es mejor. El madrileño tomó las riendas de un equipo herido que miraba con prismáticos hacia los puestos europeos y que acababa de ser goleado en Getafe por 4-0. Esa sonrojante derrota fue la gota que colmó el vaso en la directiva, que apostó por promocionar a un hombre de la casa que había llevado al Juvenil a tres campeonatos de Liga consecutivos y que, por aquel entonces, estaba firmando grandes números con el filial. El tiempo ha dado la razón a quienes tomaron la decisión.

Qué ha llevado a Calleja, en su estreno en la élite como entrenador, a dar un giro de 180º al Villarreal es lo que se intentará desentrañar el siguiente informe. Las claves del método Calleja van desde su carácter a la metodología de trabajo, pasando por su versatilidad táctica o lectura de partido. Es un hombre de fútbol y es un hombre de club, que después de defender la elástica amarilla durante siete temporadas como jugador, ahora quiere batir estos registros en el banquillo del primer equipo. Si continúa como hasta ahora, a ver quién le quita esa idea de la cabeza…

Más allá de los resultados, que están ahí y son indiscutibles, nadie puede discutir que el técnico ha conectado con el vestuario y está permitiendo que la práctica totalidad de los futbolistas estén dando su mejor rendimiento individual para beneficio colectivo.

A continuación te explicamos los ocho puntos claves en el método Calleja:

  1. El líder del vestuario con sencillez y sin imposición. Javi Calleja siempre va de cara con el jugador. Su llegada supuso un soplo de aire fresco al vestuario, que le acogió con los brazos abiertos. Tiene personalidad, no se esconde a la hora de tomar decisiones y ejerce de líder, pero concede libertad al futbolista.Teniendo en cuenta su experiencia como jugador intenta reducir al máximo los tiempos de concentración, aunque los futbolistas sí están citados a diario una hora antes de los entrenamientos para desayunar juntos.Es siempre muy respetuoso y educado y gusta de mantener charlas individuales con los futbolistas para conocer su punto de vista sobre los diferentes temas que puedan afectar al grupo.En resumen, marca las pautas a seguir sin autoritarismos y siendo muy cercano con los jugadores sabe estar en su sitio. Hace fácil lo que para otros sería muy difícil y quienes conocen su pasado en categorías inferiores afirman que lleva de la misma manera el vestuario del primer equipo como llevaba el del filial o juvenil.«Tiene el don de contagiar, de que el jugador se sienta alegre y sin que se dé cuenta ofrezca el máximo rendimiento», reconoce a este periódico uno de sus colaboradores en el pasado.
  2. Es flexible, pero el rombo es su sistema de cabecera. A nivel táctico, Javi Calleja maneja varias variantes. Es un estudioso del fútbol y pese a que su sistema de cabecera es el 4-4-2 con el rombo en el centro del campo, no es inflexible. Sí es cierto que el dibujo que ha trabajado y evolucionado es el que está aplicando desde su llegada al primer equipo, y lo ha llevado a minimizar las posibles fisuras que podía tener. También estudia bien a sus rivales para encontrar dónde se le puede hacer daño y lo potencia durante el trabajo de la semana, variando así su estilo desde una identidad propia innegociable.
  3. El balón siempre es protagonista desde los entrenamientos. La pelota, el instrumento que hace que un futbolista quiera ser futbolista, es protagonista siempre. Desde los entrenamientos hasta los partidos, el técnico defiende el contacto con el cuero. En el Villarreal recuerdan que otros técnicos como Marcelino primaban más en sus sesiones la defensa o el contragolpe, pero con Calleja se quiere recuperar la iniciativa en el juego y recuperar el balón lo más cercano posible a la portería rival.
  4. Lee muy bien los encuentros y toma rápido decisiones. Una de las características que definen al técnico amarillo es la de que es capaz de ver lo que está pasando en el campo muy rápido y tomar decisiones en consecuencia. Lee muy bien los partidos, ayudado por supuesto por un exigente trabajo previo, y si falla en algún apartado no le duelen prendas a la hora de corregir sobre la marcha. De hecho, el Villarreal es uno de los equipos que más puntos saca en las segundas partes, con una diferencia de siete puntos con respecto a sus resultados en el primer acto esta temporada. La intuición que Javi Calleja ya tenía como jugador la ha trasladado ahora a su trabajo como entrenador y el Villarreal lo está agradeciendo desde su llegada.
  5. Él es quien manda, pero delega en su cuerpo técnico. Javi Calleja es el entrenador del Villarreal y por tanto es quien tiene la responsabilidad última en la faceta deportiva. Dicho lo cual, el técnico sabe delegar en su cuerpo técnico y todos los compañeros de trabajo saben desde el primer día hasta dónde llegan sus funciones. Su segundo entrenador, Quique Álvarez, también ha conectado desde el primer día con el vestuario, aportando tranquilidad, frialdad y personalidad a un más impulsivo Calleja. Quienes comparten el día a día con ellos reconocen que se complementan muy bien. El madrileño confía ciegamente en quienes le rodean, pero entiende que es quien debe tomar la última decisión en casos de conflicto o discrepancia. Aseguran los que han trabajado con él que es «muy justo» y exigente, pues da lo que pide. Junto a Calleja y Quique, hombres como Pepe Romero y Pablo Manzanet en la preparación física, Jesús Unanua como entrenador de porteros, Pascual Donat como delegado, o Luismi Loro, Jorge Sifre y Francesc Martí como analistas tienen un peso importante en los resultados logrados con el técnico.
  6. Un hombre de club que respeta el trabajo en la base. Si hay alguien con ADN Villarreal, ese es Calleja. Exjugador del club en una de sus etapas más doradas, jugó 115 partidos defendiendo la elástica amarilla. Como entrenador ha desarrollado también toda su carrera en la Ciudad Deportiva, pasando del Cadete Roda al Juvenil, Villarreal B y ahora primer equipo. Entiende por tanto mejor que nadie la idiosincrasia de la entidad y mantiene una gran relación con sus dirigentes.El entrenador amarillo es un hombre de club que mira por el club a la hora de tomar sus decisiones. Respeta además el trabajo de los entrenadores de las categorías inferiores, consciente de cuáles son las dificultades de los técnicos de la base. La apuesta por los jóvenes, como se ha podido comprobar hasta ahora, es también una de las características que definen a un Calleja que no mira el carné de identidad a la hora de elaborar alineaciones o convocatorias. Como muestra, en su primer partido como técnico hizo debutar a Ramiro como titular y posteriormente ha apostado por Pau, Chuca o Raba.
  7. Impone sus ideas a partir del previo convencimiento. Calleja es un gran comunicador dentro del vestuario. Se caracteriza por ser muy dialogante y su mensaje siempre llega al jugador, que entiende lo que le pide su entrenador a las primeras de cambio, pues habla su idioma. Al técnico del Villarreal no le gusta imponer sus ideas, pues no es autoritario, pero sí las impone desde el convencimiento. Como anécdota, uno de sus excolaboradores recuerda lo siguiente: «Le dije que me gustaba más el tradicional 4-4-2 que el rombo. Al final entendí lo que me decía y ahora soy el primer fan del rombo».
  8. Un carácter ganador que imprime a todos sus equipos. «Lo que me sorprendió más de Javi el primer día que trabajé con él fue el carácter ganador que tiene», recuerda para este diario un exayudante. Calleja era un ganador como futbolista, participando en muchos de los éxitos del Villarreal (imagen), y lo sigue siendo como entrenador. Es un técnico ofensivo como estilo de juego y casi como forma de vida. Solo así se entiende, por ejemplo, que después de 20 años en Primera y la notable cantidad de éxitos conseguidos, haya sido con él en el banquillo cuando el Submarino haya logrado su primer triunfo en el Bernabéu. También el pasado sábado contra el Betis se vio cómo la expulsión de Bonera a la media hora de partido no hizo recular al Villarreal en su propósito de lograr la victoria. Tras una derrota, eso sí, tiene capacidad de reflexión para corregir errores.