Un buen punto, un empate justo y un partido intenso del Villarreal, que le mantiene en la zona europea, a pesar de que lleva seis jornadas sin ganar y solo ha sumado cinco de los últimos 18 puntos posibles en Liga. Empatar en San Mamés y ante un gran rival como el Athletic nunca puede ser un mal resultado. El problema es que sigue costando mucho generar fútbol ofensivo y ocasiones a los equipos contrarios. Sigue siendo la gran cruz de un Submarino que depende demasiado de Gerard Moreno. Por contra, sigue dejando señales de equipo competitivo, que en un momento u otro puede despegar. Anoche, volvió a dar la cara, como en Salzburgo, ante un rival cualificado, aunque Asenjo ejerció de salvador en la segunda parte.

Marcelino versus Emery. Dos entrenadores con personalidad, dos técnicos que trabajan muy bien tácticamente, transmiten pasión e inoculan un gen competitivo genuino. Pero luego está lo que sus jugadores pueden hacer sobre el campo. Si no fuera de esa forma, nunca se rompería el molde táctico. Ningún técnico puede prever que un futbolista como Pedraza drible uno tras otro a todos los contrarios que le salgan al paso y luego otro jugador como Gerard culmine con un zurdazo que pegó en la rodilla de Yerai y sorprendió a Unai Simón. Si eso sucede a los 15 minutos, el partido cambia la programación prevista. Ni tampoco que Asenjo salve dos balones de gol en pleno dominio vasco en la segunda mitad. Hubo un tiempo para cada equipo.

Emery armó para la ocasión el mejor once que podía. Ni rotaciones ni cuentos chinos. Cuatro puntos de 15 posibles en LaLiga no dejan demasiado margen para guardar nada. Una plaza europea estaba en juego. Los problemas en el carril derecho, con la baja de Peña, le obligaban a tirar de Foyth, en versión lateral derecho. El argentino cumple donde le pongan, otra cuestión es que ofrezca las prestaciones ideales para esa demarcación.

El Villarreal salió serio, con las líneas muy juntas y dibujando un 4-4-2 de manual, que se calcaba al del Athletic de Marcelino, quien pocas veces se aparta de esa idea.

El Submarino controló el partido con el mando a distancia que activaba el 0-1 de Gerard. Muy bien tejido el Villarreal, equilibrado en defensa por Capoue, y bien dirigido por Parejo. Eso, un tanto inclinado a la izquierda en ataque, limitado por las carencias ofensivas de Foyth como lateral. Arriba solo Gerard mostraba peligro con Alcácer muy estático y esclavo solo de su acierto goleador.

Muy cómodo estaba el equipo de Emery, siempre relativamente porque el Athletic lo intenta por un lado y por otro y no permite descuidos. Y cuando parecía que al descanso se llegaría con el 0-1, al Villarreal se le apareció nuevamente esa pesadilla del último minuto. El equipo de Marcelino martilleó el carril derecho con Muniain y Williams estuvo más rápido que Albiol y la acción acabó con Berenguer y el balón dentro de la portería amarilla.

La segunda parte fue del Athletic. Los vascos apretaron más y tuvieron mas chance para ganar, pero Asenjo tapió su portería. Emery lo intentó todo para reactivar ofensivamente a su equipo. Y echó mano de la cantera con Yeremi y Niño, pero este Athletic es mucho Athletic y tiene el gen de Marcelino. No le perdió la cara el Villarreal, bien asentado atrás y protegido por Asenjo. El marcador no se movió. Un nuevo empate, que no es malo esta vez para el Villarreal.

- Ficha técnica:

1 - Athletic: Unai Simón; De Marcos, Yeray, Íñigo Martínez, Yuri; Berenguer (Capa, m.78), Dani García, Unai López, Muniain; Raúl García (Villalibre, m.83) y Williams.

1 - Villarreal: Asenjo; Foyth, Albiol, Pau Torres, Pedraza (Jaume Costa, m.85); Capoue (Chukwueze, m.85), Parejo, Trigueros (Yéremi Pino, m.62); Gerard Moreno, Moi Gómez (Estupiñán, m.70) y Paco Alcácer (Fer Niño, m.62).

Goles: 0-1, m.16: Gerard Moreno. 1-1, m.44: Berenguer.

Árbitro: Carlos del Cerro Grande (Comité madrileño). Mostró tarjeta amarilla a los locales Dani García (m.53) y Unai López (m.86) y a los visitantes Capoue (m.40) y Foyth (m.55).

Incidencias: partido de la jornada 24 disputado en San Mamés a puerta cerrada.