Algo más de tres meses han pasado desde que la crisis sanitaria internacional provocada por el coronavirus detuvo el fútbol y el mundo en general. Han sido semanas de confinamiento, de entrenamientos en casa y de sesiones preparatorias muy diferentes a las que los futbolistas acostumbraban, pero ahora todo aquello parece quedar en un segundo plano y el balón vuelve a rodar en LaLiga española bajo estrictas medidas sanitarias. No habrá público en las gradas por el momento, los balones se desinfectarán constantemente, los equipos viajarán en dos autobuses y habrá hasta cinco cambios por partido. La nueva normalidad ha llegado para quedarse y, pese a todos los cambios, algo no ha cambiado en el Villarreal CF en este tiempo. Y es que el objetivo principal en este tramo final de la 2019-20 es clasificarse para disputar competición europea la próxima campaña.

En este primer encuentro de la época covid-19, el Submarino se desplaza hasta Vigo para medirse a un Celta que pelea por eludir el descenso a Segunda División A. Los jugadores que entrena Javi Calleja quieren empezar con buen pie y son conscientes de que no pueden fallar si quieren acabar arriba, ya que actualmente son octavos en la clasificación y han de esprintar para alcanzar, como mínimo, la séptima plaza.

Las últimas tres derrotas cosechadas antes del parón contra el Atlético (3-1), el Athletic (1-0) y el Leganés (1-2) sacaron de la zona de privilegio a los groguets, de ahí que sea casi una obligación sumar los primeros tres puntos para no dar más ventaja a los clubs que están ahora mismo por delante.

Para tratar de doblegar al Celta en un campo como Balaídos, al que en las últimas temporadas no se le ha dado nada bien al Submarino, su técnico podrá contar con casi la totalidad de su plantilla con la excepción del lesionado Ramiro Funes Mori, el sancionado Rubén Peña y del capitán Bruno Soriano, quien sigue su particular proceso de recuperación tras más de tres años sin jugar.

El resto del equipo se encuentra en buenas condiciones, incluyendo los canteranos que han estado entrenando desde el primer día y que podrían tener sus oportunidades ahora que LaLiga ha modificado el reglamento y permitirán hasta cinco cambios debido a lo apretado del calendario en Primera División: Lozano, Álex Baena, Fer Niño y Migue.

UN ONCE TIPO / El planteamiento, eso sí, parece que no se modificará excesivamente y el once podría ser el formado por Sergio Asenjo como portero; con una defensa con Mario Gaspar, Raúl Albiol, Pau Torres y Alberto Moreno; un centro del campo con Vicente Iborra, Manu Trigueros y Santi Cazorla, a los que acompañarán en ataque Moi Gómez y Gerard Moreno en las bandas, para dejar en punta a Paco Alcácer.

El Celta, por su parte, afronta este tramo final de temporada mirando hacia abajo. Los gallegos se han complicado más de lo previsto esta temporada y están a un punto de la zona baja de la tabla, ocupada en estos momentos por el Mallorca, el Leganés y el Espanyol, aunque el parón les pilló en su mejor momento y ahora deberán demostrar que el confinamiento les ha afectado poco.

Las pruebas realizadas en los últimos días por su técnico, Óscar García Junyent, dan a pensar que este también dará continuidad al bloque que venía utilizando antes de que se paralizara la competición, con la única duda de quién acompañará a Smolov y Aspas en la línea de ataque, con opciones para Santi Mina, Brais Méndez y Pione Sisto. Denis Suárez y Rafinha Alcántara, con molestias en los últimos entrenamientos, parecen estar recuperados y se pondrán a disposición del equipo para la reanudación del campeonato en Vigo.