La semana más frenética en fichajes del Villarreal CF en los últimos tiempos ha dejado paso a una más sosegada. El objetivo prioritario del Submarino era reconstruir el centro del campo por las despedidas de Bruno Soriano (cuelga las botas) y Santi Cazorla (probará fortuna en Qatar), más el regreso de Zambo Anguissa al Fulham una vez acabado su préstamo. Los amarillos, en tiempo récord, han dado a Unai Emery mimbres más que suficientes... aunque no todos. Todavía tienen que llegar más efectivos al Estadio de la Cerámica.

Ahora toca reforzar la columna vertebral. Es decir, todo el eje, empezando por atrás y acabando delante (o viceversa). Arriba, el traspaso de Enes Ünal al Getafe deja a Gerard Moreno y a Paco Alcácer como indiscutibles, con la interrogante sobre lo que sucederá con Carlos Bacca, que ya había mostrado en más de una ocasión su deseo de salir si no iba a tener minutos. En cualquier caso, con tres competiciones en liza, el Submarino necesita al menos a un integrante más en punta para tener garantías de cara al gol.

Francis Coquelin dotará de músculo el centro del campo, pero se han marchado dos mediocentros puros y solo ha llegado el francés desde Mestalla. El cuadro villarrealense todavía mantiene un hilo de esperanza en torno al regreso de Anguissa, aunque no por los 25 millones que le pide su club de origen. Las ventajosas operaciones cerradas hasta la fecha le permiten no lanzarse a la desesperada en busca de nuevas piezas y aguardar a que el mercado avance y puedan surgir nuevas alternativas incluso más interesantes.

Emery también espera contar con un central más, habida cuenta de la situación de Ramiro Funes Mori, otro de los que está en la rampa de salida y que, además, se encuentra recuperándose de una lesión que le impidió acabar la temporada pasada. Pau Francisco Torres y Raúl Albiol no lo van a jugar todo, y el rol de Soufiane Chakla sería auxiliar a los titulares siempre y cuando no se cierre su salida en forma de cesión al Málaga, club que se ha interesado en él y cuya salida no verían con malos ojos los groguets. Como sucede en el área contraria, lo mejor es tener a dos futbolistas por puesto y en eso anda la secretaría técnica del Villarreal estos días(el mercado cierra el 5 de octubre).

Al margen de estas posiciones, el foco del Submarino también está puesto en la portería, donde Sergio Asenjo puede quedarse solo y necesitaría competencia y un relevo por si llegara alguna lesión. Mariano Barbosa acabó contrato al finalizar la competición doméstica y Andrés Fernández tiene encima de la mesa una oferta del Huesca, en su retorno a Primera, para disponer de más oportunidades que en el Villarreal.

Haberse reforzado con Kubo, Coquelin y Parejo prácticamente por lo que ha ingresado por Ünal permite al Villarreal acudir al mercado sin demasiadas restricciones. Sabiendo gastar, que es lo que ha estado haciendo en las últimas campañas, una virtud todavía más necesaria en tiempos de coronavirus, en los que la ausencia de público repercute en venta de abonos y entradas, y merma los ingresos televisivos y otros asociados.