«Bruno es un ejemplo de superación. Hay que ser mentalmente muy fuerte para aguantar lo que ha aguantado él. Hay otros casos parecidos de compañeros que han sufrido lesiones graves, pero el suyo creo que ha sido el más duro a nivel psicológico. Hay que ir superando pequeños obstáculos día a día y él ha vuelto con alegría y con ganas de disfrutar. Su caso va a ser digno de estudio para el futuro en el mundo del fútbol». Son palabras de Adolfo Muñoz, médico del Villarreal, y una de las personas que sabe de primera mano lo que ha sufrido el centrocampista de Artana.

Tres años, un mes y un día después de aquel derbi contra el Valencia con Europa en juego, el capitán del Submarino resurgió y volvió a sentirse futbolista por unos instantes en el partido contra el Sevilla del pasado lunes en el Estadio de la Cerámica. Atrás quedan las épocas de mayor sufrimiento, en las que incluso se planteó la retirada, y muchos momentos de soledad como él mismo desveló.

«He perdido tres años de fútbol y muchas veces me he sentido triste. Me sentía como un zombie que va por ahí deambulando. No podía hacer lo que hacían mis compañeros. Me gusta estar integrado deportivamente hablando. Estoy superándolo, pero no me olvidaré de todo lo que he pasado durante estos tres años», confesó.

Por fortuna, nunca tiró la toalla y el mal sueño ya ha acabado para Bruno. «El hecho de disfrutar con mis compañeros es un paso muy grande. Sentí su cariño y ahora intentaré jugar la mayor cantidad de partidos posibles en lo que queda de temporada. Intentaré dar lo mejor de mí para ayudar al equipo», añadió el castellonense.

El apoyo de Calleja

De momento, tiene por delante seis jornadas más en las que, si Javi Calleja lo considera, Bruno seguirá teniendo presencia. «Si no fuese por Javi (Calleja), mi regreso posiblemente no se habría dado. Siempre ha confiado en mí para que pudiera volver, igual que la gente del club, que también se han portado genial conmigo. Son cosas que te marcan en la vida y, cuando esté en Artana con mis amigos, seguro que lo recordaré y me emocionaré», confesó.

Bruno es uno de los jugadores que acaba contrato en el Villarreal esta temporada y cuyo futuro no está resuelto. Tras su regreso a los terrenos de juego después de tanto tiempo, el futbolista de Artana solo piensa en seguir ayudando al equipo en su camino por estar en Europa la próxima temporada y pospone su decisión hasta final de temporada.

La incógnita de su futuro

«En todo este tiempo me ha dado tiempo a pensar en muchas cosas: en volver a vestirme de amarillo, en la retirada… Mi día a día se basaba en venir a trabajar y hacerle caso a los servicios médicos para salir de esta situación. Ya veré lo que hago en el futuro, tendré tiempo para pensar bien las cosas en casa cuando acabemos esta temporada», explicó, al tiempo que insistió en que «no me voy a plantear el futuro. Solo pienso en el mañana para venir a entrenar y disfrutar de este final de temporada. Tenemos muy buen equipo para alcanzar los puestos europeos y solo he de pensar en el partido del Valencia».

Precisamente, Bruno se lesionó en la última jornada de la temporada 2016/17 en un derbi contra el equipo de Mestalla en el que el Villarreal se jugaba estar en Europa la temporada siguiente. Y este domingo en el Estadio de la Cerámica, tendrá la oportunidad de quitarse aquella espinita que se le quedó clavada por forzar y acabar lesionado. «Jugar contra el Valencia siempre es especial para mí. Ojalá tenga minutos y pueda disfrutar de ese partido», dijo.

La noche del lunes fue extraña para Bruno. Al capitán, que el pasado 12 de junio cumplió 36 años, le costó dormir. Había sido un día especial y de muchas emociones, como las que sintió cuando sus compañeros, cuerpo técnico y el propio presidente, Fernando Roig, le recibieron con aplausos en el vestuario. Una imagen que nunca olvidará.