Fernando Roig es el presidente más veterano del fútbol profesional. En mayo se cumplen dos décadas desde que firmó el contrato de compra de las acciones de Pascual Font de Mora tras marcarse él mismo una especie de periodo de reflexión para que el aficionado le aceptase como presidente. No quería imponer su entrada en el club por la fuerza del dinero y pretendía que la gran mayoría le aprobara. Aquel 14 de mayo de 1997 en Vila-real cayó el Gordo de Navidad pero en versión primavera. Han sido dos décadas de éxitos y de situar a Vila-real y al Villarreal en el mapa del mundo.

Nunca un club de fútbol pudo hacer tanto en 20 años. Por no tener, el Villarreal no tenía ni un himno propio, porque la afición había cogido prestado el Yellow Submarine de los Beatles como propio. Posiblemente, Toni Pitarch, autor de la letra del que es himno oficial del Villarreal desde 1998 con música de Alfredo Sanz, ya visionó con aquello de La il·lusió de tot un poble lo que iba a llegar. Ilusión la ha puesto toda en estos 20 años Fernando Roig, junto con pasión y una gran inversión económica de su patrimonio personal, para construir dos ciudades deportivas con más de 13 campos de fútbol entre ambas y un coqueto Estadio de la Cerámica, además de una residencia en la que viven 100 niños que aspiran a ser futbolistas profesionales con el Villarreal. En la balanza, los aciertos superan a los errores por goleada descomunal. Hoy el Villarreal es más que un club de fútbol y se ha convertido en un fenómeno social y en el principal patrocinador del deporte de élite, y también del aficionado, de la provincia de Castellón. Fernando Roig desmenuza sus vivencias en todo este tiempo.

--Parece que fue ayer, pero han pasado ya 20 años desde que decidió comprar el Villarreal CF. ¿Se imagina 20 años más?

--Físicamente me encuentro bien, pero son 20 años. Mucho tiempo sí, y espero estar 20 años más, y de presidente, por supuesto. Mientras las fuerzas me permitan seguir haciendo las cosas con sentido común, sí me lo imagino. Lo que está por venir es mucho mejor que lo que hemos disfrutado en el Villarreal.

--Esa es su frase favorita, en ella denota ambición y ganas.

--Miro más hacia el futuro que hacia lo que hemos hecho hasta ahora. Se ha realizado un grandísimo trabajo del que podemos estar orgullosos, una gran inversión económica y de personas. Tenemos dos ciudades deportivas, una base muy buena de jugadores, es para estar contentos. Siempre con la premisa del equilibrio económico, las posibilidades del Villarreal son muchas.

--Posiblemente lo mejor es que el Villarreal ha pasado de depender del mecenazgo de la familia Roig a la autogestión de sus recursos. ¿Es ese el principal logro?

--El objetivo era el equilibrio económico, que pasaba por obtener más ingresos. Mantuvimos una guerra por conseguir una mayor participación en el reparto de derechos de televisión y lo logramos. A la vez, también hemos gastado menos y gracias a eso alcanzamos la palabra mágica del equilibrio en las cuentas. La gestión del consejero delegado ha sido muy buena. Si vendemos bien, puede haber beneficios.

--No se llega donde lo ha hecho sin una gran inversión. ¿Cuánto le ha costado el Villarreal?

--La inversión total ha sido de 180 millones, que hoy es su capital social. Es el dinero que he puesto, pero el club vale muchísimo más. Tengo muy claro que por esa cantidad no lo vendería.

--Eso son muchos millones. ¿Se le fue de las manos la inversión?

--Con menos dinero es difícil hacer dos ciudades deportivas, una reforma profunda del Madrigal como la que emprendimos y crear esta infraestructura. Es lo que puede costar situar un equipo en lo más alto de España y de Europa, pero hay que poner 180.

--Ahora parece fácil, pero cuando llegó al club hace ahora 20 años, ¿pensaba llegar tan lejos como lo ha hecho el Villarreal?

--Sí. El proyecto que queríamos hacer era este. Visualicé un campo como este que tenemos. Ahora solo estamos viendo una cuarta parte de lo que será. En mi mente tenía claro que el estadio debía situarse donde estaba y la Ciudad Deportiva muy cerca de Vila-real. Siempre fue esta mi idea.

--¿Pensó que podría llegar a gastarse tanto dinero cuando llegó?

--No sabía si iba a costar más o menos. En esa inversión se incluye la construcción del Estadio de la Cerámica, una inversión que ha hecho el Villarreal y cuya propiedad es del pueblo de Vila-real. Tenemos una residencia para 100 niños… Hay mucha inversión, terrenos, etcétera, pero al final la diferencia es el capital social, que creo es ahora de 134 millones.

--Sus asesores le dirían en su momento que estaba loco por asumir tanto riesgo. Y en algún momento con la crisis económica que vivió España, también.

--Mi hermano y yo tenemos una teoría, que llevarnos a la otra vida dentro de muchos muchos años, no nos vamos a llevar nada. Dentro de una lógica, de no quitárselo a nuestra familia, la mayor satisfacción es cuando llega un lunes y hayamos ganado o perdido, la gente se siente orgullosa de ser del Villarreal.

--Pienso que sin ambición usted no sería Roig, sería otro.

--Tienes que ser ambicioso para estar donde estamos. No soportaría estar en un ambiente de crispación. Puedes tener un accidente como tuvimos el año del descenso, porque lo hicimos mal, pero la gente fue respetuosa salvo quien hace comentarios de todo tipo y nunca está feliz. El 99% está de acuerdo con la gestión, con hacer una cosa grande en una provincia que quiero que se sienta cada vez más identificada con un proyecto que lo tiene todo para que se sumen más.

--¿El Villarreal está por encima de su hábitat demográfico?

--No considero que el Villarreal tenga que ser solo de la ciudad de Vila-real. Quiero que sea el de Vila-real, de Castellón, Almassora, Onda, Burriana y de toda la provincia. El proyecto de Endavant fomenta esto y el Villarreal también tiene la obligación de trabajar por toda la provincia, que es lo que está haciendo en atletismo, baloncesto, balonmano, voleibol… Para mí el Villarreal tiene que ser un proyecto de toda la provincia y su entorno. Y lo digo desde el respeto a los aficionados del Castellón, porque me encantaría que estuviera en categorías superiores, ya que cuanta más competencia, estaríamos mucho mejor y si fuera en Primera con una rivalidad sana, mejor.

--Y celebrando con Llaneza la permanencia cada año, ¿no?

-Sí, quiero que Llaneza lo celebre con la afición durante muchos años. Nuestro objetivo es estar siempre en Primera. Y como mínimo el 50% de sus años en Europa y si puede ser la mitad de ellos en lo máximo, la Champions.

--En el Villarreal no son perfectos, también cometen errores. ¿De cuál se arrepiente más?

--Le pusimos mucha ilusión a la reforma del estadio y la emprendimos con muchas prisas por la vorágine de jugar la Liga de Campeones. Y tuvimos un descontrol administrativo. Seguro que ahora lo hubiera hecho más tranquilamente. Los plazos nos urgían y nos vimos obligados a levantar el césped en seis días y quizás por las urgencias cometimos algún error que pueda tener alguna repercusión. Pero en general aprendes de tus fallos y quien toma decisiones se equivoca. La diferencia está en el porcentaje de equivocaciones y aciertos, pero todos nos equivocamos. En el Villarreal, por supuesto, también.

--Ha habido muchos cambios en el fútbol en estos 20 años ¿Cree que va a cambiar mucho más?

--Para mí en este tiempo ha mejorado. Hay una Liga más fuerte y tiene que haber una Federación con la que vayan de la mano, trabajando más para el fútbol base. Hay más dinero para el fútbol y está más fiscalizado. La gente del deporte tenemos que estar por la limpieza del fútbol. En este momento observo más equilibrio económico, más dinero y mucha mejor gestión que antes.

--¿Y un mejor reparto del dinero de las televisiones?

--El reparto en España es ahora más equilibrado que en Inglaterra, donde hay clubs que tienen mucho dinero para el nivel deportivo que poseen. Unos hacen el esfuerzo y se aprovechan otros. España se está saneando y si todo el dinero del fútbol se queda en el fútbol, subirá el nivel. Pero si va a los bolsillos de alguien o se contratan jugadores por encima de precio, se llegará a una cadena en la que necesitaremos más dinero. Y todo tiene unos límites. Ahora creo que estamos muy cerca de esos límites.

--¿Qué vaticina para el Villarreal en los próximos 20 años?

--El Villarreal tendrá opciones de estar en los primeros puestos del fútbol a través del equilibrio económico y del trabajo de cantera. Para mí fichar un jugador por uno o dos millones con 18 años es cantera. No está criado en los primeros años en tu escuela, pero el Villarreal tampoco puede apostar por jugadores de 15 o 30 millones. A través de eso estaremos en disposición de competir con una buena hornada, porque si te salen jugadores buenísimos te los comprarán y no quedará más remedio que vender. Visualizo que podemos estar en los próximos diez años en la parte muy alta del fútbol español y europeo, pero lo que digo nadie se lo va a creer. Dentro de diez años, cuando tenga 80, lo recordaremos.

--En estas dos décadas, ¿qué le ha sorprendido del fútbol?

--Ha mejorado muchísimo. Es parecido a una fábrica, diriges personas con más nivel económico, más guapos, más jóvenes, pero al final el fútbol, no digo que sea una empresa porque para mí el fútbol es una ilusión, aunque tampoco puedes estar continuamente metiendo dinero, hay que buscar el equilibrio.

--¿En cuánto estará ese equilibrio en el Villarreal?

--Estará en la pinza de 90 ó 100 millones de presupuesto. Querer que el Villarreal gaste 200 es una locura. Y que para ganar 30 gaste 50, otra. No pensaba llegar a este punto porque empezamos con tres millones de presupuesto, pero sí puedo decir que en los próximos años el Villarreal gastará lo mismo que ingresará.

--¿Con qué presidente se ha llevado mejor en este tiempo?

--En general, con todos. Es difícil tener una amistad, pero sí un respeto. Decidimos separar los palcos para que cada uno tenga su libertad al ver los partidos, aunque es una costumbre que aún no está implantada en el fútbol español, pero sí en el europeo. La relación es cordial con todos.

--¿Alguna vez se ha planteado tirar la toalla y dejar el fútbol?

--Algún día con algún cabreo puntual te lo planteas, pero realmente no. Algún tema burocrático me está quitando un poco el sueño, pero espero que se solucione porque todo lo que ha hecho el Villarreal es para mejorar el fútbol y poner al club y trabajar mucho en la parte más alta.

--En estas dos décadas ha logrado que la masa social del club alcance los 20.000 abonados y una asistencia media del 85%. Inimaginable cuando empezó, ¿no?

--Necesitamos tener el campo lleno. Tener más de 20.000 socios es casi imposible y no queremos ampliar más el estadio, aunque sí mejorarlo y hacerlo más accesible y cómodo, pero no más grande. Los que somos, son suficientes para animar y estar tranquilos porque no me gusta la crispación en el fútbol y el jugador necesita estar arropado. El gran activo para el Villarreal es que la gente acuda al estadio y lo único que pido a la afición es que no sea crítica con los futbolistas.

--El crecimiento ha sido tan rápido y exitoso que a veces parece que no se valora lo conseguido.

--No me gusta nada escuchar pitos en el campo. Hay que saber lo que somos y el Villarreal puede tener altibajos, temporadas buenas y no tan buenas. Cuando vendes jugadores para mantener el equilibrio, a lo mejor no aciertas al año siguiente con los fichajes y no te va bien. El objetivo es no descender y puedes oscilar del 12 a lo más arriba posible. Si por estar en esta zona, hay que vivir crispación, no es lógico. El nivel de acierto no te puede llevar a acabar entre los tres de abajo.

--El Estadio de la Cerámica es otra de sus grandes obras de estos 20 años en el Villarreal...

--Hay que hacer un campo maravilloso de la Cerámica y estoy muy orgulloso de eso porque va a representar mucho para el sector. Estoy muy contento porque cada vez hay más patrocinadores y vamos a remodelar los palcos para que puedan disfrutar más los espónsores cuando lleguen esos partidos importantes, y puedan disponer para sus necesidades de muchas localidades.

--¿Solo le falta al Villarreal un premio a una trayectoria de 20 años realmente maravillosos?

--La semana pasada, el Valencia Bàsquet jugó su tercera final y nos quedamos a las puertas. Ojalá lo logremos, pero lo que da el premio es estar siempre en Primera, la mitad del tiempo en Europa y la cuarta parte en Champions. Un título está bien, pero el año siguiente habría que empezar de cero. Lo que José Manuel celebra cada año es importantísimo, ese es nuestro título. Otro trofeo es Europa y el tercero la Champions. Esas son nuestras copas y el día que nos den la Recopa la celebraremos como toca.