El Wanda Metropolitano y San Mamés ya son historia. de nada le vale al Villarreal seguir mirando hacia atrás y recordar las dos ocasiones perdidas de hacer daño a dos rivales directos por Europa; ni tampoco fustigarse con el carrusel de errores de Medié Jiménez y, sobre todo, Gil Manzano, en La Catedral. Como decía Calleja, las dos últimas citas ligueras ya están «borradas». El Submarino se ha reseteado física y mentalmente para la próxima cita, la de este domingo (18.30 horas, Movistar+ LaLiga) en La Cerámica. los tres puntos serán clave para pensar en un futuro europeo para la próxima campaña.

En principio, el Leganés se presenta hoy en Vila-real como víctima propiciatoria, sin los dos sustentos ofensivos con los que comenzó la temporada —En-Nesyri y Braithwaite, vitales para el equipo menos realizador de la Liga—, cada vez más lejos de la zona de la permanencia —a seis puntos del Celta, que sigue marcando la frontera entre el cielo y el infierno— y como un equipo casi inofensivo cuando sale de Butarque. Los de Aguirre aún no saben lo que es ganar a domicilio esta temporada. Ya es el único de los 20 equipos de Primera que no ha ganado como visitante, toda vez que el Mallorca sumó ayer por primera vez de tres fuera de casa, en Eibar. Los pepineros y han emprendido el viaje de vuelta a casa lamentando siete derrotas.

El Villarreal intentará que sean ocho afinando un poco más una puntería que falló en los momentos clave en el Wanda y en San Mamés. No se prevén cambios de planteamientos en el equipo que hoy estará dirigido desde el banquillo por Quique Álvarez, que también buscará estrenarse como máximo responsable de un banquillo de Primera División con un triunfo que consolide las aspiraciones europeas del Villarreal. La frustración de Javier Calleja —expresada en evidentes protestas al árbitro— el pasado domingo en Bilbao le llevará esta tarde a ocupar un espacio en la tribuna de La Cerámica, eso sí, con la tranquilidad de que al mando estará su extensión en el cuerpo técnico, manteniendo el estilo, la defensa a través del balón y el ataque combinando esa posesión con la rapidez en la ejecución de movimientos. Calleja, o Quique Álvarez, podría repetir por tercera vez un once netamente español, posibilidad que amenazan con más fuera la opción más física de Zambo Anguissa para la medular o la velocidad de Samu Chukwueze para el ataque groguet.

PELIGRO DE SANCIÓN

Ante el equipo con menos pegada de la competición habrá cuatro jugadores que deberán ir con especial cuidado en las acciones defensivas. Los defensas Rubén Peña y Pau son, por su posición en el campo, los que peor tendrán eso de evitar una quinta tarjeta amarilla que les dejaría fuera de la visita a Balaídos de la siguiente jornada. Trigueros y Gerard son los otros dos jugadores con amenaza de sanción en un choque en el que está prohibido fallar.