De una temporada a otra, el precio de las plazas europeas ha bajado significativamente. Los 63 puntos con los que se saldó la exigencia para ser séptimo —la última de las posiciones que pueden dar el billete a la Europa League— en la campaña anterior se reducirán en esta Liga 2017/2018, lo que ha provocado que la competencia por disputar la segunda competición continental, una vez vistos para sentencia los cuatro puestos de Champions para Barça, Atlético, Madrid y Valencia, se haya disparado.
Junto al Villarreal, otros siete equipos disputarán hasta el final el premio, toda vez que la irregularidad de los amarillos esta temporada le ha privado de tener, como mínimo, encarrilado el pasaporte europeo a estas alturas de la temporada, con solo seis jornadas por disputarse. Los 18 puntos que resumirán una Liga. De momento, el Real Betis y el propio Submarino, además de un Sevilla que tendría otra vía de entrada a la Europa League por medio de la Copa del Rey son los que parten con cierta ventaja a las puertas de que se inicie la jornada 33 —el Leganés llega mañana a La Cerámica—. Pero las diferencias —y la fiabilidad de los candidatos— son tan exiguas que no se puede descartar a nadie.
Equipos que no entraban en la quiniela al principio del actual ejercicio —por orden, Girona, Getafe o Eibar— mantienen la motivación de estrenarse en competiciones europeas, en el caso de los catalanes y los armeros, o de regresar a ellas tras casi una década de ausencia, en el de los azulones.
Otros conjuntos que sí entraban en las apuestas antes del comienzo de la temporada, como el Celta o la Real Sociedad, parecen haber reaccionado en la recta final, en especial los donostiarras, que se enganchan con mínimar opciones —en estos momentos a siete puntos del objetivo— tras haber pasado gran parte de la Liga más cerca de la zona de peligro que de la europea. Hasta un posible milagro se podría hacer extensivo hasta casi la frontera con la zona de descenso, con Athletic, Leganes e incluso Alavés y Espanyol con opciones matemáticas, aunque la concatenación de errores que necesitarían es, prácticamente, utópica.
EL FACTOR CAMPO
El Submarino se ve inmerso en una pelea en la que habrá codazos hasta el final. Para los de Calleja juega a favor el calendario, ciñéndonos a un factor campo que le hará jugarse 12 de los últimos 18 puntos en su feudo, ya que la entidad de los rivales que faltan por visitar el Estadio de la Cerámica —además del Lega, un rival directo como el Celta de Vigo y dos conjuntos de la zona de Champions, Valencia y Real Madrid— minimiza la ventaja de jugar cuatro de los seis partidos que restan delante de sus aficionados. De todos los equipos que se disputan la plaza europea, solo el Betis parece llegar al esprint final en una dinámica claramente ganadora. El resto, incluido el Villarreal, se mantiene subido a esa «montaña rusa» con la que el preparador amarillo definió las sensaciones que le estaba dejando su primera campaña en la élite.
Para los groguets, la gran baza es llegar al tramo decisivo dependiendo de sí mismo, como lo ha hecho durante prácticamente toda la Liga. A Calleja le costó solo tres jornadas elevar al Submarino entre los seis primeros de la competición tras relevar a Escribá en la séptima fecha. Desde entonces los amarillos se han mantenido siempre en el grupo de elegidos y no están dispuestos a apearse en el momento de la verdad.