Lo que el VAR te quita, el VAR... te da. Una acción similar por unas manos de espaldas al balón de Foyth en el Pizjuán a poco de comenzar el partido, encarriló el triunfo del Sevilla. Similar jugada, con revisión del VAR al impactar la pelota en el brazo del danés Jonsson, puso por delante en el marcador al Villarreal y facilitó que el Cádiz tuviera que cambiar su planteamiento ultradefensivo en el Estadio de la Cerámica con el 1-0 en contra a los cinco minutos. Gerard, cómo no, se encargó de abrir la lata gaditana. Y el partido tomó una vía diferente.

El Submarino dejó en Eibar una racha de ocho partidos sin ganar y comenzó otra, pero de victorias, que le lleva a encadenar, con el triunfo ante los gaditanos, cuatro seguidos, conjugando el verbo ganar. Además, La Cerámica no veía sumar de tres en LaLiga al Submarino desde el pasado 2 de enero... y ya habían pasado más de dos meses y medio.

Emery no realizó muchos cambios con referencia a la Europa League. Mantuvo la titularidad de Bacca y la suplencia de Alcácer, y la ubicación de multiusos Foyth, en esta ocasión sustituyendo a Capoue en el centro del campo. Estupiñán dio descanso a Pedraza.

La fisonomía del Cádiz fue muy distinta a la que hubiera sido sin un gol tan tempranero. Y el conjunto de Cervera demostró que puedes hacer más cosas, al margen de vivir encerrado en campo y tener posesiones ínfimas de balón. Asenjo salvó los muebles con una doble parada milagrosa. El partido discurría en un escenario abierto, con un fútbol alegre y atractivo. El Villarreal buscó el camino del 2-0 para evitar sustos de última hora. Llegadas por ambas bandas, dominio claro del juego, pero la toma de decisiones en los metros finales, sobre todo por parte de Chukwueze, mantenía el partido en esa fina frontera en la que todo puede suceder. Y el Cádiz con sus esperanzas intactas.

Al inicio de la segunda parte, el VAR hiló fino como nunca y anuló un bello remate en plancha de Bacca por milímetros, cuando la impresión óptica era de acción legal. Minutos después, el colombiano estrellaba un balón en el larguero. La segunda parte fue de color amarillo, pero el balón se paseaba por el área gaditana con el ay siempre en la garganta... pero sin culminar.

Bacca persiguió el gol con fe desde que saltó el campo. Su movilidad y su pelea constante merecían el premio que el VAR, primero y el larguero después, le habían quitado. Y llegó por fin después de una asistencia genial de Gerard Moreno que dejó al colombiano solo en boca de gol para empujar la pelota. Parecía el jaque mate definitivo, pero un gambito de reina de los gaditanos en la jugada siguiente mantuvo la intriga del resultado, aunque la dinámica del partido seguía en formato monocromático amarillo.

El Villarreal repetía las virtudes y los defectos de otras tardes en La Cerámica. Su dominio y generación de ocasiones no tenía una traducción directa en el marcador. Y con ello, el Cádiz se levantaba una y otra vez de la lona con la sensación de que en un golpe perdido podría noquear al rival.

No hubiera sido justo, como lo fue en otros partidos que se le marcharon al equipo de Emery pero no rematar los partidos tiene esa pena. En esta ocasión, La Cerámica tuvo un final feliz, aunque fuera sufriendo y pidiendo la hora en los segundos finales. La racha ahora del Villarreal es de victorias. ¡Que dure mucho!

Ficha técnica:

2- Villarreal: Asenjo, Mario Gaspar, Albiol, Funes Mori, Estupiñán, Foyth, Parejo, Trigueros (Moi Gómez, m.74), Chukwueze (Yeremi, m.81), Gerard Moreno (Pedraza, m.90) y Bacca (Paco Alcácer, m.73).

1- Cádiz: Ledesma, Iza, Cala, Fali, Espino (Jairo, m.75), Álex Fernández, Jonsson (Perea, m.63), José Mari (Malbasic, m.86), Salvi Sánchez (Iván Alejo, m.75), Negredo y Sobrino (Pombo, m.86).

Goles: 1-0, m.5: Gerard Moreno, de penalti. 2-0, m.67: Bacca. 2-1, m.69: Álex Fernández

Árbitro: Soto Grado (comité de La Rioja). Amonestó por el Villarreal a Foyth, Albiol y Trigueros y por el Cádiz a Jonsson, Fali y Cala. Mostró roja directa al delegado del Villarreal una vez acabado el encuentro.

Incidencias: partido de la jornada 28 de Liga disputado en La Cerámica sin público.