Se siente otra vez cerca, pero a la vez sigue muy lejos todavía. El Villarreal afronta esta tarde un nuevo asalto a una semifinal de un torneo, el paso previo para jugar esa final que se le resiste a un club con un palmarés y un funcionamiento entre brillante y modélico, pero al que se le resiste el reconocimiento oficial de disputar una final, levantar una Copa, sentirse por primera vez el mejor, ser campeón, recibir el elogio al trabajo bien hecho en forma de un título.

Su rival, el Levante UD, como reconocía su entrenador Paco López, también se plantea la visita del Submarino como el partido mas importante de su historia.

Solo en una ocasión, ambos clubs han alcanzado la ronda previa a la final. Y en el caso del Levante fue en 1935, cuando aún se denominaba Levante FC, antes de su fusión con el Gimnástico. Esta noche, Villarreal y Levante volverán a intentarlo en el Ciutat de València (19.00 horas, Dazn).

LA EUFORIA DEL LEVANTE / Parece que el estado de ánimo del Levante es superior al de los amarillos, que llegan después de tres empates en LaLiga, mientras el conjunto granota viene de vencer al Real Madrid. Sin embargo, el Villarreal, aun atravesando su peor momento de la temporada por una racha de lesiones que han mermado su potencial, siempre ha conservado la sensación de equipo sólido y competitivo, que solo ha perdido dos partidos en competición oficial desde agosto, ante Barcelona y Sevilla, con paso firme en Europa y una trayectoria impoluta en la Copa. Con bajas, y problemas, el Submarino sigue siendo un equipo a respetar.

UN ANTECEDENTE COPERO / Solo se han medido una vez Villarreal y Levante en la Copa. Han pasado 20 años desde aquel partido que pasó a la historia como la noche del muro de Palermo, mas que por el paso a la siguiente ronda de los amarillos en las tandas de penaltis. Fue en el estadio del Levante, hoy con una apariencia remozada y modernizada después de las obras emprendidas por el club y que todavía no han podido ser estrenadas por la afluencia de público por el cierre de los campo a la afición como consecuencia de la pandemia mundial del covid-19.

Emery es consciente de la importancia del partido ante el Levante, y aunque el calendario no le ha dado respiro, la cita del Ciutat de València supone una nueva oportunidad histórica para el Submarino. Estuvo muy cerca la temporada pasada en Miranda de Ebro, pero el traspiés ante el modesto, pero bravo conjunto burgalés, fue una las noches mas tristes de la historia reciente. Emery lo sabe y no quiere fallar.