Partido trampa. No es un tópico, es lo que hay. Y no vale mirar la clasificación. En este caso no sirve para nada que el Huesca sea el colista de Primera División y el Villarreal el cuarto clasificado, inmerso en plena lucha por los puestos de Liga de Campeones. La de esta tarde en El Alcoraz a las 14.00 horas, y menos mal, será una batalla de las de antes. Uno de esos duelos incómodos y antipáticos, en los que al futbolista le cuesta mucho entrar en calor, meterse en el partido y que tanto las condiciones del campo como la meteorología y el frío pueden ser determinantes.

Y no solo eso. El potencial del conjunto oscense también cuenta. Un equipo con futbolistas de calidad al que los empates le han penalizado en exceso en el presente ejercicio. De hecho, hasta la destitución de Francisco, el equipo azulgrana ha merecido muchos más puntos de los que lleva y no merecería, por méritos deportivos, ser el colista de la categoría.

Ahora, con Pacheta, que se estrenó con derrota en la visita intersemanal a Getafe (1-0), el equipo seguirá teniendo las hechuras del fútbol de Francisco, con ña garra e intensidad que siempre plantean sobre el tapete los equipos que dirige el ex del Elche, que debuta en casa antes los groguets.

EL ESTATUS EUROPEO / Ante esta tesitura, el Villarreal persigue mantenerse en la zona de privilegio de la tabla, por lo que está obligados a seguir con el ritmo de puntos de la primera vuelta... y a poder ser sin tantos empates.

El combinado de Unai Emery llega a este compromiso tras empatar en casa con el Granada, lo que les hizo permanecer en la cuarta plaza de la tabla pero empatados con el Sevilla, y lo que supuso un pequeño tropiezo para los de la Plana Baixa, que han cerrado la primera vuelta con nueve empates, lo que para el técnico de Hondarribia es el lastre para que el equipo no esté metido en solitario en puestos de Champions.

A SUPLIR LAS LESIONES / El Submarino se encuentra en un momento complicado en cuanto al capítulo de lesiones o bajas, ya que a las ausencias fijas de Alberto Moreno, Vicente Iborra y Mario Gaspar, de larga duración, se les han sumado esta misma semana las de Samu Chukwueze y Gerard Moreno, que con problemas de pubis y musculares respectivamente, no jugarán en Huesca esta tarde.

Además, el joven y prometedor extremo Yeremi Pino es duda por unas molestias en el tobillo, aunque ayer se desplazó hasta tierras oscenses con el resto de la expedición del combinado groguet.

¿CAMBIO DE SISTEMA? / Estas bajas dejan al equipo muy tocado en la banda derecha, en la que ahora mismo solo cuentan con Rubén Peña para toda ella, aunque la idea del técnico vasco del Villarreal puede ser la de seguir contando con Juan Foyth como lateral y Peña como interior, como ya hizo frente al Granada, e incluso, como ayer dejó entrever, que el argentino ejerza de tercer central, con Peña y Pedraza de carrileros.

Es por ello que el once de los amarillos podría ser el formado por Sergio Asenjo como portero; con una defensa de tres centrales con Juan Foyth, Raúl Albiol y Pau Torres; las bandas con largo recorrido para Rubén Peña (derecha) y Alfonso Pedraza (izquierda); un centro del campo con Éttiene Capoue y Dani Parejo en la sala de máquinas, con Trigueros y Moi Gómez por delante, abierto en banda pero con libertad de movimientos; y el más que posible regreso de Paco Alcácer a la titularidad, tras reaparecer el pasado miércoles ante el Granada.

Toca apretar y remangarse hoy en Huesca, en un partido incómodo para el Villarreal, en el que los de Emery no pueden fallar.