Las medidas de seguridad e higiene para evitar la propagación y contagio del coronavirus han llegado a las vidas de los ciudadanos para quedarse. Estos hábitos condicionan las rutinas actuales en el trabajo, en las relaciones sociales, a la hora de hacer la compra e, incluso, en el propio hogar. La importancia de cumplir con las recomendaciones de las autoridades sanitarias en cuanto a limpieza y desinfección del hogar, está acarreando también toda una serie de modificaciones en la decoración y distribución de interiores

Ciertas estancias del hogar han sido renovadas o adaptadas a las nuevas necesidades, con lo que algunos elementos han sido eliminados o sustituidos por otros más adecuados las circunstancias actuales. Este es el caso de las alfombras, las cuales han desaparecido de muchas casas. De esta manera, sus habitantes pretenden evitar puntos de acumulación de bacterias y suciedad. No obstante, si no quieres renunciar al confort y calidez que proporcionan las alfombras, siempre cabe la posibilidad de recurrir a las alfombras vinílicas.

Ventajas de las alfombras vinílicas

Ventajas de las alfombras vinílicas La limpieza es la principal ventaja que presentan las alfombras vinílicas, ya que se pueden limpiar pasándoles la fregona. Con este simple acto eliminarás cualquier resto de suciedad que pudiese haber entrado a tu hogar.

Además, las alfombras vinílicas ofrecen una gran variedad de diseños, adaptados a todos los estilos decorativos.

Lo mismo ocurre con sus tamaños, ya que las encontrarás para pasillos, cocinas e, incluso, para estancias como el salón. En cuanto a sus formas también es posible encontrarlas en versiones circulares, rectangulares, cuadradas y también a medida.

Con todas estas características es comprensible que sean muchos los hogares que hayan optado por las alfombras vinílicas como el complemento ideal para hacer frente a la era post coronavirus.