El coronavirus llegó a nuestras vidas para ponerlo todo patas arriba. El confinamiento nos sometió a unas circunstancias nunca antes vividas y puso de manifiesto numerosas carencias en muchos hogares. La falta de espacio, luz o salidas al exterior condicionó aún más una situación ya de por sí complicada para la mayoría.

La pandemia del covid-19 se resiste a desaparecer y, por ello, está transformando los hábitos de vida de los ciudadanos. La conocida como “nueva normalidad” sigue dando protagonismo a los hogares. La vida en la calle ha quedado sustituida en muchos casos por la tranquilidad, confort y seguridad del hogar. Con esta situación, tal y como apuntan los expertos, las prioridades a la hora de buscar vivienda han cambiado notablemente.

Cambios en la búsqueda de vivienda

Cambios en la búsqueda de vivienda La búsqueda de vivienda con habitaciones extra para teletrabajar destaca entre la demanda de los que buscan inmueble tras el confinamiento, según Instituto de Valoraciones.

Asimismo, desde la citada institución, creen que habrá nuevas tendencias en las búsquedas según el target. Así, los jóvenes seguirán «posiblemente» prefiriendo el centro de las grandes ciudades, mientras que las familias se decantarán por viviendas unifamiliares en el extrarradio.

Además, apuntan a que las segundas residencias en zonas costeras o rurales se presentan como «la opción ideal» para disfrutar de las vacaciones o del tiempo libre en una vivienda propia y cómoda, la cual ofrezca espacios amplios y exteriores.

Inversión en vivienda

Inversión en vivienda Por otro lado, los expertos piensan que quienes tengan la capacidad económica de invertir lo harán de cara a evitar pagar más impuestos en el futuro. Otro motivo para que aumente el interés inversor sería el de beneficiarse de unas condiciones de financiación más atractivas marcadas por la tendencia negativa del Euríbor, así como el interés financiero por aumentar el número de operaciones y la mejora de sus márgenes.

Por último, se ha detectado también que desde que se decretó el estado de alarma hasta la actualidad, el 20% del total de los alojamientos turísticos en alquiler se ha trasladado al alquiler tradicional, donde la rentabilidad bruta en el último trimestre ha sido del 3,7%.