En la calle Lagasca, haciendo esquina con la calle Prim, había en los años 90 una discoteca que fue todo un referente en Castelló. Era Ibiza, un local que recogió las influencias de la ciudad que le dio nombre, así como las que llegaban de València, para transformar la oferta de ocio nocturno... y también diurno.

"Fuimos los primeros que empezamos a abrir también por la tarde y eso causó furor", explica Vicente Bausá, fundador de la discoteca. El objetivo era que los más jóvenes, los que no se podían quedar hasta la madrugada de fiesta, pudieran salir también. "De hecho, si quería entrar alguien mayor no le dejábamos".

Bausá llegaba desde Ibiza, desde donde no solo trajo el nombre para la discoteca, sino una estética y una manera de funcionar que había visto en los locales nocturnos de la isla: "Vine a Castelló con gente que estaba trabajando allí para crear un ambiente parecido. Era la época de los abanicos, por la moda de Locomía".

La música

También adoptó la música que sonaba en la época, sobre todo en la zona de Levante: la variante de la electrónica conocida como bakalao. "Pero no la más dura; sobre todo poníamos las cantaditas por la tarde", detalla. Por la noche, al menos en la primera época de la discoteca, había hueco para otros estilos, como la salsa.

Y tuvo otra iniciativa que en su momento fue un absoluto fracaso, pero respecto a la cual el tiempo le ha acabado dando la razón. "Empezamos a abrir los jueves, y no venía nadie. Estaba todo el personal de camareros y seguridad e igual solo entraban tres personas. No funcionó, pero yo sabía que a la larga lo haría". La oferta actual de ocio en los jueves universitarios en cualquier ciudad de España confirma que no andaba precisamente errado.

Recuerdos

En eso quizás tenía que ver que a Bausá experiencia en el mundo de la noche no le faltaba, ya que gestionaba hasta cinco discotecas en la provincia --una de ellas estaba en Benicàssim y también se llamaba Ibiza--. Él sigue recordando esa etapa, "la más feliz de mi vida", y no pasa mucho tiempo sin que alguien le diga que iba a su local de Castelló. "Ahora creo que es todo peor, todo está prohibido... Además, hay mucha más agresividad en la noche; antes había muy buen rollo", indica.

El local llenaba todos los fines de semana. Mediterráneo

El hecho que demuestra que esta discoteca sigue en la memoria de los castellonenses es que años después de su cierre, que se produjo a principios de la década de los 2000, se celebraron varios festivales remember en su honor, en los que sonaban sus canciones más pinchadas.

Y cómo no, Mediterráneo se hizo eco del éxito que tenía este establecimiento en su momento.

Foto publicada en 'Mediterráneo'.

Foto publicada en 'Mediterráneo'. Mediterráneo

Fotos aparecidas en 'Mediterráneo'. Facebook (Yo también iba a Disco Ibiza Castellón)