Con motivo del treinta cumpleaños de las T de Teatro, la compañía vuelve a llevar a escena una historia de historias, a veces no tan frágiles ni delicadas. Son fragmentos en apariencia sin relación, pero que configuran un universo donde sonreír y emocionarse. Construida con elementos que en apariencia no tienen relación, pero que configuran un universo en el cual un rosal muerto repentinamente revive. Una costurera engancha un crucifijo a la pared con cemento porque no se lo hurtan los milicianos. Un padre quiere hacerse amigo de su hija en Facebook. Unas hermanas despiden a su hermano que se va a la guerra. Una pintora intenta con toda su alma vender un cuadro. Una mujer necesita la ayuda de sus vecinos para matar un ratón.