En palabras de Oñate, su obra parte de un esquema mental previo en el que dispone los espacios llenos y vacíos de contenido para que le ayuden a comenzar en una dirección concreta. Dispone los elementos plásticos, abstractos, como si de una melodía musical se tratase, utiliza todas las gamas cromáticas que tiene a su alcance. colores cálidos en ocasiones o fríos en otras, que determinan su estado anímico en ese momento.