La exposición agrupa 15 obras pintadas con acrílicos sobre lienzo, con un acabado similar a la acuarela. Se trata de un monográfico elegido concienzudamente, el hilo conductor del cual es la economía de medios y la figura de la mujer. La revisión del concepto de musa pretende esconder una mirada reflexiva y actual, representa en definitiva a nuestro niño interno. Todos los humanos tenemos muy interiorizada esta fantasía. Las composiciones están inspiradas en imágenes de la red, especialmente *selfies, y pretenden ser una afirmación de presencia en cuanto al tratamiento de la figura de la mujer.

Aunque el tratamiento de las figuras ocupa el centro de las miradas son muy importantes para mí los fondos, me gusta denominarlos ‘bosques del tiempo’. La vegetación que los constituye es una metáfora de este vacío que no podemos controlar.

El resultado pretende evocar escenas poéticas inspiradas lógicamente en la carga filosófica que comporta el concepto Musa. No va la colección se gesta durante la segunda oleada de la pandemia de la *covid y el estallido de la guerra de Ucrania. Dos acontecimientos convulsos que tienen su reflejo en estas obras pretendidamente electrizantes. Es mi voluntad pensar que podemos aprender algo de estas crisis. Se necesitará no solo cultura, sino pensamiento crítico y tendremos que aprender a tomarnos las cosas con ‘filosofía’. Ojalá empezamos a construir un mundo mejor.