Érase una vez una semilla. Todo era silencio en su interior. Permaneció dormida un largo tiempo, pero un día sintió la necesidad de crecer, entonces rompió el caparazón que lo envolvía y de su interior surgió una niña.
La obra nos cuenta la historia de una semilla muy especial, una niña que nace de entre las raíces de una encina. Kío, una guardabosques, que viaja en avioneta junto con su perro, Brut, la cuidan pero ningún ser del bosque se salva de la amenaza del ser humano: tala desmedida de árboles, residuos contaminantes y basura.
Un día, un álamo surgió a su lado y poco a poco se hicieron buenos amigos. Pasó el tiempo y una gente que visitó el bosque provocó un terrible incendio, la niña se quedó sola sin su amigo el álamo. Ahora tendrá que buscar semillas para reforestar el bosque con la esperanza de recuperar a su amigo.