Es Federico quien nos llega a la mesa a través de las aulas. El personal del poeta granadino, esta manera de entender los versos desde la libertad, el sonambulismo, el simbolismo y la abstracción pura del surrealismo, la ausencia de lirismo emocional o didáctico, la asunción de la tragedia sin el melodrama.

Tanto su vida como sus poemas son "limo de voces perdidas", tan inútiles como imprescindibles, próximos en la voz de Carmelo, irresistibles con un piano de la mano, los dedos de Mikhail Studyonov. La batuta de Emi cierra un círculo, un nudo entre los tres: músico-actor- directora.

La idea es compactar una serie de poemas ... ni siquiera eso, parecerse una serie de versos ... ni siquiera eso, aglutinar una serie de impulsos de ojos cerrados para organizar una línea narrativa.

Un juego o pretexto para estallar a hablar en imágenes, "sangre mía, alegría mía, sentimiento mío".

INTÉRPRETES Carmelo Gómez, voz / Mikhail Studyonov, piano

DIRECCIÓN Emi Ekai