Juan Diego Botto debuta en la dirección con 'En los márgenes', una película en la que intenta abordar el tema de los desahucios desde una perspectiva humana y honesta, centrándose en los personajes y en su lucha por la dignidad. Un trabajo en el que se ha sumergido durante años junto a su pareja, la periodista Olga Rodríguez, y en el que ha intentado verter buena parte de las historias que juntos han ido recopilando, desde el respeto y la reivindicación política y social. 

 ¿Siempre había querido dirigir?

Alguna vez lo había pensado, pero no es algo que anhelara. Siempre me ha gustado contar historias, y encontré en el teatro un espacio para eso. En este caso lo bonito es que surgió de una manera natural, empezamos un proceso de investigación muy largo y cuando terminamos le enseñé el guion a algunos amigos (entre ellos Fernando León de Aranoa y Penélope Cruz) y me dijeron lo mismo, que debería hacerlo yo. Tampoco me pareció descabellado. 

¿De qué forma quería aproximarse a la historia?

Había una premisa que intentamos seguir a la hora de trabajar: intentar que todo fuera lo más real posible para plasmar ese mundo de la precariedad y capturarlo casi de forma documental, como si contáramos aquello que estábamos viendo. Por eso utilizamos casi siempre cámara en mano, también lentes largas para ofrecer una perspectiva observacional. Además, había una cosa sensorial que intenté captar, la inestabilidad. Son unos personajes que están al borde del abismo en todo momento, así que quería que el espectador sintiera su incertidumbre, esa sensación incómoda de algo que no termina de aposentarse, de inconcreción, de vértigo y náusea. 

¿Tiene eso que ver con que la película transcurra en 24 horas?

A lo largo de todos los relatos siempre se repetía esa sensación de que en cualquier momento te llega el desahucio. Son personas que viven bajo una espada de Damocles, sometidas constantemente a la angustia. Una angustia que puede prolongarse durante años, pero que nosotros intentamos condensar en un solo día.

¿Cree que en España existen prejuicios contra el cine social? 

No me atrevo a responder a eso, pero sí a pensar que el cine no habita al margen de la sociedad y que sus movimientos se producen en consonancia. Igual que en la última década hemos dejado de hablar de los desahucios para hablar de la ocupación, porque ha habido un corrimiento a la derecha en la sociedad en su conjunto, las películas tampoco son ajenas al momento en el que se vive. Nuestro cine es muy diverso, pero la precariedad se cuenta poco

¿Hay algún aspecto dentro de nuestra cinematografía en el que le parece que hayamos avanzado? 

La decisión de la política de cuotas, que fue muy criticada, ha sido un éxito incuestionable. Creo que es lo más importante que le ha pasado al cine español en mucho tiempo, la aparición de nuevas directoras y guionistas que han aportado historias que antes no teníamos y que nos habíamos perdido. 

En la película parece que quiera hacer un homenaje a las mujeres luchadoras.

Nos dimos cuenta de que el 80% de las personas que asistían a las asambleas de vivienda eran mujeres. Y lo que vimos es que a los hombres les daba más vergüenza admitir la pobreza y reconocer su situación. Sin embargo, en ellas se daba un efecto de empoderamiento, se convertían en las que llevaban la iniciativa, y eso en muchas ocasiones terminaba en situaciones de maltrato, de violencia doméstica, porque la autoridad del hombre se veía cuestionada. Pero no quisimos introducirnos ahí porque seguramente hubieran dicho que nos recreábamos en la tragedia, aunque la realidad, siempre supera a la ficción. 

¿Cuáles cree que serán las reacciones de la derecha frente a la película? 

Si te muestro mi 'timeline' de Twitter, está lleno de insultos. Uno de los que más se repiten es ‘subvencionados’. El otro día una diputada de VOX escribió que ‘los ocupas no son héroes, sino delincuentes’. Obviamente no ha visto la película, porque no va de eso, pero les interesa que el discurso vaya en esa dirección para introducir el miedo en la población. También me dicen que soy un sinvergüenza y que nadie va a ir a ver la película porque le van a hacer boicot. 

Está en un momento pletórico, después del éxito de su producción teatral ‘Un año sin luna’ y de su participación en ‘Escuadrón suicida’…

¡Le he pasado a James Gunn la película! Al principio no me imaginaba en ese universo, pero fue una experiencia increíble. Desde luego, es lo opuesto a En los márgenes…