Berlinale

Marion Cotillard deslumbra reinterpretando a Andersen

'La tour de glace' de la belga Lucile Hadzihalilovic aspira a ganar el Oso de Oro en Berlín

Marion Cotillard

Marion Cotillard / EFE

Nando Salvà

Berlín

El cuarto largometraje de la belga Lucile Hadzihalilovic, ‘La tour de glace’, aspira a ganar el Oso de Oro en la Berlinale, y eso significa que es el primero de su filmografía en compite en uno de los tres principales festivales de cine del mundo; el dato, entre otras cosas, deja en evidencia qué infravalorada está quien sin duda es una de las figuras cinematográficas actuales dotadas de un imaginario más distintivo y seductoramente perturbador, fundamentado en infancias anómalas y adultos dañados, la retórica propia de los sueños y las pesadillas y, por supuesto, el mundo de los cuentos infantiles. “Desde niña siento una gran fascinación por los de Hans Christian Andersen, son muy complejos y tienen una gran carga poética”, explicaba este domingo la cineasta tras la presentación de su nuevo trabajo, que se inspira libremente en ‘La reina de las nieves’, uno de los textos más oscuros del fabulador danés. “Todas mis películas hablan del abandono de la niñez, y creo que el formato narrativo de los cuentos es muy apropiado para un asunto como ese”.

La protagonista de ‘La tour de glace’ es una adolescente que, tras huir del hogar para huérfanos en el que vive, pasa la noche en un estudio de cine donde se rueda una nueva versión del citado relato ‘anderseniano’, y poco a poco va estableciendo una conexión peligrosamente simbiótica con la diva que encabeza el reparto de esa película, a quien da vida Marion Cotillard. “Creo que, para cualquier intérprete, es importante desapegarte de la imagen que los demás tienen de ti”, ha comentado la actriz francesa para contextualizar tanto el trauma que su personaje en ‘La tour de glace’ sufre como su propia relación con la fama.

“Actualmente la gente cree estar más cerca que nunca de sus ídolos a causa de las redes sociales, pero lo cierto es que sucede todo lo contrario”. Probablemente, la presencia de Cotillard en el reparto --es la primera celebridad con la que Hadzihalilovic trabaja-- ayude a explicar, de un modo u otro, por qué ‘La tour de glace’ es la película más accesible de su directora, la más apoyada en una línea argumental relativamente clara y la de simbolismo más inmediatamente descifrable, aunque por otra parte exhiba la misma capacidad que sus tres largometrajes previos --‘Innocence’ (2004), ‘Évolution’ (2015) y ‘Earwig’ (2021)-- para crear atmósferas hipnóticas y convertir lo turbador en una sucesión de imágenes sobrecogedoras. 

Agentes secretos

En última instancia, ‘La tour de glace’ habla de la capacidad que tienen las narraciones --por ejemplo, un cuento de Andersen o la adaptación al cine de uno-- para salvarnos pero también para devorarnos, y esa capacidad fagotizante de la ficción es asimismo el asunto de la nueva película dirigida a dúo por Hélène Cattet y Bruno Forzani, que también compite en la Berlinale y que, junto a la de Hadzihalilovic, es lo mejor presentado hasta ahora en el concurso del certamen. ‘Reflection in a Dead Diamond’ juega a ser un homenaje al cine de agentes secretos con el fin de ofrecer un ejercicio metatextual increíblemente intrépido, y compuesto de imágenes indescriptibles e inolvidables.

Si la películas previas de la pareja --’Amer’ (2009), ‘El extraño color de las lágrimas de tu cuerpo’ (2013), ‘Dejad que los cadáveres se bronceen’ (2017)-- eran sobre todo ejercicios de estilo en homenaje al ‘giallo’, su nuevo trabajo es una constatación de que el estilo y el contenido son básicamente lo mismo y de que, en realidad, la narración lo es absolutamente todo.

Por lo que respecta a ‘O último azul’, que también compite por el Oso de Oro, puede parecer una película convencional si se compara con las arriba citadas o con la filmografía previa de su director, Gabriel Mascaro --títulos como ‘Vientos de agosto’ (2014) o ‘Neon Bull’ (2015)--, pero ya se sabe que -además de odiosas-- las comparaciones a menudo son injustas. Ambientada en un futuro no muy lejano en el que Brasil somete a sus ciudadanos de avanzada edad a protocolos humillantes, y los recluye en una colonia geriátrica para que no interfieran en la productividad de la población más joven, ‘O último azul’ acompaña a una anciana que cruza la Amazonía huyendo de ese destino, y en el proceso proporciona cautivadoras incursiones en el realismo mágico, deliciosos oximorones visuales e imágenes tan arrebatadoras como una apasionante pelea de peces presentada en deslumbrante primer plano. 

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