El rape se pesca durante todo el año, aunque la mejor época para comprarlo es entre los meses de enero y mayo. En nuestros mercados llegan dos especies de rape: el rape común, de piel color pardo violáceo y tripa y peritoneo blanco; y el rojizo, de más calidad, más pequeño y con el peritoneo negro. Congelado viene sin cabeza ni piel, piezas que, en los rapes frescos, son muy buenas para los ‘fumets’ o caldos de pescado. También se le llama ‘pixín’ o ‘sapo’.

PESCADO IDEAL PARA DIETAS

Este pescado contiene proteínas importantes para el organismo, con bajo contenido en grasa. Por eso es apto para cualquier persona con problemas digestivos o para dietas, siempre que se haga a la plancha o al horno y no se abuse de salsas y otros aditamentos que pueden aumentar las calorías. Aporta al cuerpo vitaminas hidrosolubles del grupo B, además de hierro, sodio, fósforo, potasio, calcio, magnesio y ácido fólico.

A LA PLANCHA Y AL VAPOR

El rape, como el resto de pescados, debe cocinarse poco, para que no pierda agua ni textura. El rape atado a modo de langosta, cocido, cortado en lonchas y servido con mayonesa o salsa rosa, se le denomina rape alangostado. Una de las mejores maneras de cocinarlo es a la plancha o al vapor al papillote, donde se aprecia mejor su sabor natural. En nuestra provincia el rape se utiliza en guisos marineros con patatas y en arroces.