La cocina de Castellón está en un momento muy dulce. Los máximos representantes de la gastronomía de la provincia, Miguel Barrera y Raúl Resino, lograron recientemente nuevos galardones con los soles de Repsol. De esta forma, Miguel Barrera (Cal Paradís, Vall d’Alba), con una estrella Michelin, se ha convertido en el primer castellonense en conseguir dos soles Repsol. Toda una hazaña. “La verdad es que supone una gran satisfacción para el equipo y para mí porque es una recompensa al esfuerzo y al trabajo diario, siempre por el bien de la cocina autóctona”, confiesa Barrera, quien añade que “pese a que es algo que nos viene, ya que nuestro objetivo principal es la satisfacción de los clientes, siempre es agradable este tipo de noticias porque poco a poco las cosas van saliendo. El segundo sol llega solo 4 años después de recibir el primero. Y, por supuesto estoy muy orgulloso. Vamos a continuar innovando y potenciando la gastronomía de la provincia”

Por su lado, Raúl Resino, que gerenta un restaurante con su mismo nombre en Benicarló, ha logrado auparse a estos premios, gracias a unas propuestas contemporáneas de alto voltaje en originalidad y en gusto, y se ha convertido en ineludible referente en la restauración de la Comunitat Valenciana. “Aparecer en la Guía Repsol te abre más puertas, nuevos clientes y estoy muy satisfecho por ello. El turismo gastronómico va a más en España y es muy importante dar visibilidad a nuestros servicios”, destaca.

A Barrera y Resino hay que sumar los restaurantes castellonense Aqua (Castellón), Casa Jaime (Peñíscola), Chuanet (Benicarló) y Daluan (Morella), que también atesoran un sol Repsol.

Todos los chefs, junto a una treintena de cocineros de la Comunitat Valenciana han recibido esta semana, en el Centre del Carmen de València en un acto de reconocimiento a la evolución y el buen estado de forma de la gastronomía valenciana, las nuevas chaquetillas creadas por el diseñador madrileño Juan Duyos, con un material ignífugo, antimanchas y medioambientalmente sostenible. Respecto a la chaquetilla, se trata, según las mismas fuentes, de un tejido "revolucionario que no se mancha, permite que los líquidos resbalen y, además, es resistente al calor". "Hemos dado con un tejido que tiene una historia muy bonita, creado a partir de algodón usado procedente de ropa reutilizada y de desechos, de plástico, principalmente de botellas, destaca la directora de Guía Repsol, María Ritter.

Además, cada pieza está personalizada para que cada cocinero muestre sus galardones en forma de soles bordados en la propia chaqueta, y tiene un patrón "más estilizado, favorecedor, adaptable, cómodo y elegante que permite la libertad de movimientos en el día a día en las cocinas".