El brécol, brócoli o bróculi es una verdura catalogada por los expertos como un superalimento debido a sus grandes beneficios para la salud. Se trata, casi, del alimento perfecto, pues además de contar con propiedades anticancerígenas, es una buena fuente de minerales, no tiene apenas grasa y sí muchos antioxidantes. Este alimento ha sido calificado como la hortaliza de mayor valor nutritivo por unidad de peso de producto comestible.

Asimismo, el brócoli es originario del Mediterráneo oriental y, hace unos 20 años, su producción y consumo se hicieron populares debido a la divulgación de sus propiedades. Esta hortaliza se desarrolla en invierno y primavera, estaciones perfectas para su consumo, aunque puede adquirirse durante todo el año en los mercados municipales.

La forma habitual de comerlo es hervido, solo o acompañado de otras verduras, y se puede preparar igual que la coliflor. Para ello, hay que lavarlo bajo el chorro de agua en lugar de sumergirlo, de este modo se evita que pierda algunos nutrientes.

El tallo contiene mucha fibra y conviene pelarlo antes de consumirlo. Los ramilletes se cortan en tamaños uniformes para cocinar al mismo tiempo. Así, tras hervir durante unos minutos los tallos, se añaden los ramilletes.

Fuerte aroma // Si se cocina demasiado, desprende un aroma fuerte y su color cambia a verde oscuro, pierde vitaminas y minerales. Conviene aprovechar el agua de cocción. Se puede cocer al vapor no más de cuatro minutos y los tallos se pueden preparar como los espárragos, con vinagreta o mayonesa, ya que así se potencia su sabor. El brócoli se puede congelar, pero es conveniente que previamente se escalde durante unos minutos hasta que adquiere un color verde brillante.