La alerta sanitaria tras la llegada del coronavirus ha supuesto un auténtico tsunami para el sector de la hostelería. Un año después de la pandemia, las empresas vinculadas a la restauración han tenido que afrontar «los meses más complicados de la historia reciente», tal y como relata Álvaro Amores, gerente de Giuliani’s Grupo Gastronómico.

Ello no ha impedido que la firma castellonense tenga en marcha numerosos proyectos a corto y medio plazo para dar una nueva vida a la zona de ocio del Grau de la capital de la Plana.

El empresario detalla a Mediterráneo sus planes de futuro y confía en que «lo peor ya haya pasado y podamos aplicar nuestro plan de crecimiento, para el que hemos estado trabajando con toda nuestra ilusión y profesionalidad, incluso, en lo más duro de la crisis; vamos a ir paso a paso pero con la seguridad de hacer bien las cosas». 

En estos momentos, el grupo ya tiene operativos los cuatro restaurantes Giuliani’s y la taberna Machete. «La respuesta del público castellonense desde la reapertura de los cinco establecimientos ha sido sobresaliente; las limitaciones de horario y de aforo son todavía muy importantes, pero es evidente que la ciudadanía nos está apoyando con su presencia y con su respaldo diario», revela Amores.

Revitalizar el Grau

El empresario, junto a su socio Daniel Zamora, se ha fijado como futuro gran reto devolver el esplendor a la oferta gastronómica y de ocio del Moll de Costa del Grau de Castellón, y para ello va a seguir durante el próximo año y medio una ambiciosa hoja de ruta que modificará la fisonomía de esta zona emblemática con la suma de nuevos establecimientos de restauración.

Álvaro Amores anticipa que prevé que «en el mes de junio abriremos los cuatro restaurantes y ya puedo adelantar sus conceptos y nombres: Malaspina (freiduría de lonja), el restaurante japonés Komboi, la trattoria italiana llamada Bámbola y, finalmente, un sport bar especializado en cocina americana con grandes pantallas para ver las retransmisiones deportivas que bautizaremos como Rodeo». También tendrá protagonismo especial el Varadero Rice Club, una arrocería con forma de barco.

Después de esta primera actuación, llegará el momento de la segunda fase, con la cristalización de otros proyectos de calado llamados a ser una referencia en el Grau: la apertura de tres coctelerías frente al mar, una discoteca con una piscina infinity

Conceptos innovadores

«Confiamos en que la generalización de las vacunas permitirá que el próximo verano ya haya una normalidad mayor a la actual y que este ramillete de propuestas estarán listas para dar servicio a todos los castellonenses con conceptos innovadores que van a ser un éxito», vaticina Amores. 

A estas inversiones en hostelería y ocio se suma un activo más: una sala de eventos polifuncional, con capacidad para 800 personas, y que puede albergar desde bodas y comuniones, pasando por encuentros, presentaciones y jornadas empresariales, así como actuaciones y conciertos.

Con todo ello, Álvaro Amores destaca que va a propiciar la creación de hasta 200 puestos de trabajo directos e indirectos: «Vamos a dar una vuelta de tuerca a la zona del Grau y para ello estamos trabajando codo con codo con Becsa y la Autoridad Portuaria de Castellón». «Queremos crear una marca común que unifique toda la oferta de la zona y relanzar un espacio único frente al mar», afirma. 

El empresario recalca que «después de lo mal que lo hemos pasado durante estos últimos meses por la pandemia y las restricciones, estos ilusionantes proyectos son el motor de Giuliani’s Grupo Gastronómico y no van a decepcionar a nadie».