La subida de la luz y el coste energético ha pasado factura -nunca mejor dicho- a todas las pymes y establecimientos que usan mucho o durante mucho tiempo la electricidad, ya sea en forma de luz, de aire acondicionado o, ahora que empieza el mal tiempo, en calefacción.

Y bares y restaurantes no son una excepción. Desde siempre, muchos son los locales nocturnos que cobran entrada a todos los que quieran acceder a disfrutar de la música que pinchan. Y casi siempre, se trata de una entrada simbólica o del coste de una consumición, para asegurarse al menos que todas las personas toman algo.

Cartel en un bar de Barcelona en el que se restringe el tiempo que se puede estar en la terraza en función de la consumición que se haga. También ha habido casos de bares que ha limitado el tiempo de estancia en sus terrazas este verano en función de la consumición que fuera: solo bebida media hora y comida y bebida (cena) hora y media, por ejemplo.

Cartel en un bar de Barcelona en el que se restringe el tiempo que se puede estar en la terraza en función de la consumición que se haga. JORDI OTIX

Educar a los clientes

Ahora un bar de Liaño (Cantabria) ha ido un paso más allá y ha decidido cobrar una tasa a los clientes que no consumen pero se sientan a acompañar a otros que sí lo hacen: 1,50 euros. El propietario del local, Óscar Solano, ha explicado en el programa de Cuatro 'En boca de todos' que "hay momentos en los que entra una mesa de seis personas y solo consumen cuatro. Le tienes que decir a la gente que está esperando que no pueden sentarse".

"Hay que educar a los clientes en que un local de hostelería es un negocio", explica Solano que, además, ha apuntado que esta cantidad servirá para hacer frente a los gastos que tiene el local.