El Viernes Santo no se debe comer carne. Es una tradición que poco a poco cuenta cada vez con menos adeptos, lo que se explica en gran parte por la caída del número de fieles católicos en los últimos años. Pero aún queda gente que quiere hacer este pequeño sacrificio.

Pese a lo que mucha gente cree, lo cierto es que en ningún lugar de la Biblia pone que no se deba comer carne el Viernes Santo. Sin embargo, este rito se remonta a tiempos ancestrales y tiene una explicación sencilla: los cristianos quieren recordar la penitencia de Jesús, que pasó 40 días de ayuno en el desierto. Tampoco es casualidad que coincida con el día de la Semana Santa en el que se recuerda la pasión y muerte de Cristo.

Pero que no se pueda comer carne no quiere decir que se tenga que hacer un ayuno estricto. No tiene nada que ver con el ayuno del Ramadán que practican los fieles musulmanes, por ejemplo. Y es que hay innumerables alternativas al pollo, la carne, el pescado o el cordero para alimentarse en esta fecha: vegetales, frutas y pescado son los más demandados, como no podía ser de otra manera.

Por eso, aquí recopilamos tres recetas con bacalao, salmón y lubina ideales para este Viernes Santo.

Bacalao con nata

Bacalao con nata, un manjar portugués. Shutterstock

Ingredientes

  • Medio kilo de bacalao desalado
  • Cinco patatas medianas
  • Una cebolla
  • Medio litro de leche
  • 20 gramos de harina de trigo
  • 20 gramos de mantequilla

Preparación

  • El primer paso es pelar las patatas y cortarlas en rodajas similares a las que haríamos para hacer una tortilla de patatas. Luego hay que freírlas a fuego medio para que ablanden, pero sin que se lleguen a dorar.
  • Una vez retiradas del fuego y tras quitar el exceso de aceite con un papel absorbente, colocar la mitad en una fuente de horno.
  • Después hay que picar la cebolla y ponerla a pochar a fuego lento.
  • Entre tanto, hay que cocer el bacalao en el medio litro de leche durante dos o tres minutos.
  • Una vez pasado ese tiempo, retirar el pescado de la leche y saltear con la cebolla durante unos minutos.
  • Esta mezcla debe ir en la fuente del horno sobre las patatas. Sobre el bacalao y la cebolla hay que colocar la otra mitad de las patatas.
  • Esto irá cubierto con una bechamel ligera. Para hacerla, poner a fundir la mantequilla en la sartén y en ella hay que sofreír la harina. Ir añadiendo la lecha hasta conseguir la textura deseada.
  • Verter sobre la mezcla asegurándose que quede todo perfectamente empapado.
  • Hornear a 190 grados durante quince minutos-

Lubina al horno

Lubina al horno. Shutterstock

Ingredientes

  • Una lubina de tamaño medio
  • Dos patatas medianas
  • Una cebolla
  • Tres dientes de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra

Preparación

  • Es una de las recetas más sencillas pero, si se logra que quede en su punto, es insuperable. Lo primero que hay que hacer es limpiar la lubina, que debe estar preparada a la espalda y sin piel.
  • Después, hay que cortar las patatas con piel en rodajas de un centímetro aproximadamente.
  • Coger una bandeja de horno, cubrir con papel vegetal y colocar los dos lomos de pescado. Después, colocar las patatas a su alrededor.
  • En una sartén, hacer un sofrito con la cebolla y el ajo hasta que la primera comience a caramelizar.
  • Una vez conseguido este punto, verter sobre el pescado.
  • Hornear a 160 grados durante alrededor de media hora.

Salmón asiático

Salmón macerado en soja. Shutterstock

Ingredientes

  • Un lomo de salmón
  • Un bote de salsa de soja
  • Una lima
  • Jengibre
  • 250 gramos de setas portobello
  • Tres patatas grandes
  • Perejil
  • Ajo
  • Aceite de oliva virgen extra

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Preparación

  • Aunque es una receta que no tiene un gran tiempo de preparación, el primer paso tiene que hacerse al menos dos horas antes de encender los fogones. Para ello hay que poner el salmón en un recipiente que se ajuste lo máximo posible a su tamaño. Después hay que cubrirlo por completo con la salsa de soja, el zumo de una lima y el jengibre rallado. Es importante que el pescado quede completamente impregnado de la mezcla.
  • Una vez hayan pasado las dos horas es el momento de empezar a preparar las guarniciones. Estas serán un salteado de setas y un cremoso puré de patatas.
  • Lo primero que hay que poner en marcha es el puré de patatas. Para eso hay que cocer las patatas enteras y con piel, para que no queden aguadas y el resultado sea súper cremoso.
  • Una vez en el fuego, hay que ir limpiando y troceando las setas. Una vez preparadas, saltear con unas láminas de ajo a fuego alto. Cuando las setas estén a punto, dejar en la sartén tapadas con el calor residual.
  • Cuando las patatas estén blandas (para comprobarlo, hay que pincharlas con un cuchillo) es el momento de sacar el salmón de la mezcla de soja, lima y jengibre e introducirlo al horno. Con 15 minutos será más que suficiente para que quede jugoso.
  • Lo último es hacer el puré patatas. Para ello, hay que machacar los tubérculos con un tenedor y añadir aceite de oliva y perejil al gusto.