La Navidad ha sido, como es normal, una época de reuniones sociales, comidas y muchas copas tanto de vino como de cerveza con amigos y familiares.

El vino es una bebida hecha de uva, mediante la fermentación alcohólica de su mosto o zumo. La fermentación se produce por la acción metabólica de levaduras, que transforman los azúcares naturales del fruto en etanol y gas en forma de dióxido de carbono.

La cerveza es una bebida alcohólica, no destilada, de sabor amargo, que se fabrica con granos de cebada germinados u otros cereales cuyo almidón se fermenta en agua con levadura y se aromatiza a menudo con lúpulo, entre otras plantas.

¿Cuál de las dos bebidas engorda más?

Ambas tiene calorías tanto por el alcohol y como por el azúcar que presentan en su composición. Sin embargo, por cada 100 gramos, el vino aporta 78 calorías, más del doble que la cerveza, que aporta 33 calorías.

El truco para enfriar una cerveza en cinco minutos.

De estos datos se deduce que la cerveza, consumida en la misma cantidad que el vino, engorda menos. Aunque esta conclusión no es del todo exacta, ya que es frecuente que la cantidad de cerveza que se consume sea mayor que la de vino. Suele ser común que los litros ingeridos de cerveza en las reuniones sociales siempre sean más que los del vino, y por tanto se terminan consumiendo más calorías.

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En cuanto a los beneficios para la salud, solemos escuchar que una copa de vino al día puede ser beneficiosa para el organismo ya que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y es un potente antioxidante.