Cocina de temporada en Castellón: Croquetas morellanas
Se diferencian de las croquetas tradicionales por su relleno, que suele incluir carne de cocido o de cordero, pan rallado, ajo, perejil y huevo
Cocina de temporada en Castellón: Croquetas morellanas / Néstor Marín
Tradicionalmente, la carne ha constituido la base del sustento de las comarcas del interior de Castellón y, con el paso del tiempo, ha llegado a convertirse en una seña de identidad que avala su riqueza gastronómica. Ganado bovino, caprino, cunícola, porcino y ovino conviven en la provincia con las carnes de caza, aglutinando una gran variedad de propuestas fundamentadas en la calidad. Els Ports y el Maestrat constituyen el núcleo productivo cárnico de la provincia, que también tiene peso en la Plana Alta, especialmente en lo que respecta al ámbito avícola.
La receta
Las croquetas morellanas son un plato típico de Morella. Se diferencian de las croquetas tradicionales por su relleno, que suele incluir carne de cocido o de cordero, pan rallado, ajo, perejil y huevo. Esta receta aprovecha los restos del "putxero", el cocido valenciano, en una muestra de la cocina de aprovechamiento.
Pasos a seguir para su elaboración:
1. Rehogar con un poco de aceite de oliva la cebolla triturada muy fina sin dorarla, con la carne cocida desmigada y la harina.
2. Agregar el medio litro de leche y la canela.
3. Rectificar la sal y remover sin parar, añadiendo poco a poco harina hasta conseguir una masa homogénea, y trabajándola hasta conseguir la textura deseada.
4. Dejar enfriar.
5. Remojar las obleas en leche unos segundos y colocar sobre un paño blanco de cocina, colocando sobre cada una de ellas una cucharada de postre de masa y cerrándolas en forma triangular.
6. Pasar por huevo batido y pan rallado.
7. Freír en abundante aceite hasta que se doren.
8. Sacar y dejar escurrir sobre un papel de cocina.
9. Servir muy caliente.
Características
La textura de las croquetas morellanas es más compacta que la de las croquetas de bechamel, ya que no llevan leche ni harina en la masa. Su elaboración comienza desmenuzando la carne y mezclándola con los ingredientes hasta formar una masa homogénea. Luego, se forman pequeñas bolas o cilindros, que se rebozan en huevo y pan rallado antes de freírlas en abundante aceite caliente.
Su sabor es intenso y sabroso, gracias al uso de carnes guisadas y especias aromáticas. Se sirven como tapa o acompañamiento, siendo un clásico en bares y restaurantes de la zona. Su origen humilde y su exquisito sabor han convertido a las croquetas morellanas en un referente de la gastronomía castellonense, representando la tradición y el ingenio culinario de Morella.
