A menudo, no nos damos cuenta de lo que tenemos a nuestro alrededor y siempre queremos viajar a cualquier parte que quedarnos en la zona. No obstante, lo cierto es que Castellón comprende una extraordinaria cantidad y calidad de castillos y fortalezas de la Orden del Temple, un patrimonio desconocido e incluso infravalorado en muchas ocasiones.

Aun así, existen programas de turismo experiencial y cultural en torno a la temática templaria como la ruta Territorio Templario en la provincia de Castellón, que intenta atraer al turista de consumo de sol y playa al interior. Por tanto, este tipo de iniciativas pueden conseguir revertir el actual estado de desconocimiento y lograr enriquecer a la población. 

¿Quiénes fueron los templarios?

Los templarios en España fueron el brazo armado de los reyes desde el siglo XII”, explica la directora del castillo de Peñíscola. Estos mismos consiguieron grandes propiedades en tierras, villas y castillos, incluso en España y fue por su fidelidad y valentía las que valieron la donación de estos lugares.

Por ese entonces, llegaron a tener los templarios 800 castillos por toda Europa, algunos en la provincia. Se dice, además, que transmitieron “confianza a la sociedad“ y crearon el concepto de “Encomienda o Bayla”, tal y como afirma Forner. De esta forma, a continuación, te revelamos los 10 castillos templarios de Castellón, una provincia con muchas historias que contar, así, podrás realizar un viaje recorriendo todos los castillos de esta Orden de la provincia.

Los diez castillos templarios

  • Castillo de Peñíscola

Lo cierto es que la presencia del Temple en Peñíscola fue tardía, ya que no fue hasta los años 1294 y 1307 cuando los caballeros de la cruz de las ocho beatitudes realizaron la ciudadela. La fortaleza terrestre y marítima fue construida sobre los restos de la alcazaba musulmana. Y todavía se conservan los escudos esculpidos en piedra que forman fajas heráldicas de fray Berenguer de Cardona —el que fuera maestre provincial de la Orden del Temple— y de fray Arnaldo de Banyuls —el que fuera comendador templario de la localidad—. Estos se ubican encima de la puerta de entrada al castillo, aunque también sobre la puerta de la iglesia.

Cabe destacar que la ciudadela tiene un perímetro de 230 metros y una altura media de 20 metros. Cuenta con un alto acantilado, grandes cavidades naturales, murallas y almenas. En su interior, se encuentra una gran terraza donde los arqueros impedían el acceso a tropas de asalto por los acantilados, un patio de armas alto, un amplio salón gótico y más salones iluminados. En la torre fijó su residencia el Papa Luna, —quien fuera el pontífice en el siglo XV de Peñíscola— y hasta nuestros días no ha perdido su identidad de origen, conservándose bóvedas de cañón apuntado o las espléndidas terrazas.

Castillo del Papa Luna. Turismo Castellón

  • Castillo de Alcalà de Xivert

Pese a que en su municipio se encuentren numerosos testimonios arqueológicos, se sitúa en su fortaleza llamada de Xivert el mayor de todos. Considerado como uno de los más espectaculares castillos de la España templaria, tiene una zona de obra islámica y otra cristiana, construida por los alarifes del Temple.

El arco exterior más grande alcanza los 8.000 metros cuadrados, en la cima y ladera de la montaña de Xivert y comprende varias zonas: la alcazada —en lo más alto, donde estaba la sede político-militar—, el albacar —amurallado, refugio de la población y su ganado en tiempos de conflicto—, y el poblado —también estaba amurallado, en la vertiente suroriental—. La parte interior se caracteriza por una estructura circular. De hecho, los templarios construyeron torres llamadas vigías con el objetivo de señalar la salida del sol en los solsticios y equinoccios. Además, se conserva dos torres circulares de 10 metros y una nueva muralla de 5.

Es de origen musulmán, de finales del siglo XI, principios del XII, sin embargo, con la reconquista de la plaza por parte de las fuerzas cristianas comandadas por la Orden del Temple, se modificó y hoy en día puede apreciarse en la separación del poblado y el castillo a través de una muralla, las grandiosas murallas de sillería y las torres circulares gemelas, según el Ayuntamiento de Alcossebre.

Castillo Alcalá de Xivert. Ayuntamiento de Alcalà de Xivert

  • Castillo de Ares del Maestrat

En 1234, Jaume I la cedió a la Orden del Temple y dos caballeros la convirtieron en una de sus encomiendas más influyentes de esta zona del Reino de Aragón, pero al ser disuelto el temple por decisión papal pasó a pertenecer a la Orden de Montesa, su sucesor en el Reino de Valencia.

Los templarios dejaron un importante legado como el castillo, pese a estar en ruinas. En el siglo X, la antigua lonja, edificio gótico civil —en la actualidad, el Ayuntamiento y se conserva la sala Capitular—era la sala de reunión de los templarios y en el porche se alzan varios arcos gótico-mudéjares, de finales del siglo XII. En la cárcel, acontecían las ceremonias de iniciación de los caballeros del Temple. No obstante, más tarde, en el siglo XIV, la Orden de Montesa convirtió este lugar en mazmorras.

El castillo de Ares se construyó en el emplazamiento más alto del lugar, con dos recintos fortificados y escalonados casi concéntricos, que lo hacían prácticamente inalcanzable por los conquistadores. La población creció a sus pies, también protegida por un recinto amurallado.

Además, el Museo de la Cueva cuenta una historia a través del tiempo, desde la prehistoria hasta la actualidad, por lo que podrás viajar y descubrir los secretos más antiguos que no sabías del lugar, recorriendo diversas culturas que han habitado esta región, según el Ayuntamiento de Ares del Maestrat.

Cueva del castillo de Ares del Maestrat. Ayuntamiento Ares del Maestrat

  • Castillo de Mola de Benassal

En 1303, el castillo pasó a manos del Temple, ya que el hijo de Constanza —hija del anterior propietario cristiano, el aragonés Blasco de Alagón—, y de Guillem d’Anglesola decidió vendérselo por endeudamiento. De la Mola, el castillo superior, se caracteriza por ser una construcción militar del siglo XIII, mandada a levantar por Berenguer de Calatarrà, fundador de Benassal, ya que fue su residencia originalmente y el centro de reuniones de todos los pobladores del término.

Además, cerca del castillo se encontraba una iglesia dedicada exclusivamente a San Agustín. Después, es cuando pasó a ser Casa de la Villa y, más tarde, frecuentemente hacía de escuela. Lo que antiguamente fue la sala Capitular de la Villa, actualmente, es el Museo Arqueológico del Alt Maestrat y en otras salas del castillo podemos encontrar la oficina de turismo y el Aula Museo de Carles Salvador, tal y como afirma el Ayuntamiento de Benassal.

Durante la corta etapa del Temple en la zona, el portal de la Mola era el acceso más próximo al castillo, obra de los templarios cuando gestionaron la villa, y se trata de un arco gótico donde se percibe la influencia islámica, recordando que la esencia musulmana en la villa se mantuvo un largo tiempo gracias a la Orden.

Turismo Castellón

  • Castillo de Borriana

En 1233, las tropas de Jaume I, apoyadas por caballeros de élite del Temple, conquistaron Borriana, aunque parecía inexpugnable, por su gran muralla circular defensiva y 7.000 musulmanes dentro del recinto protegiendo la zona. Después de la conquista cristiana, el monarca aragonés entregó varios terrones a los templarios por su labor en la conquista, además de adquirir el castillo de Gispert y la alquería de Sesa.

Es tan amplia la memoria de esta Orden que Borriana pasó a formar parte de la Ruta Templaria, un trayecto iniciado por Culla, que pasa por Alcalà de Xivert y por Peñíscola. Unas rutas señalizadas donde podrás descubrir la arquitectura, el arte, las fiestas, la artesanía y la gastronomía de otra épocas en las que el territorio era templario.

Torre de Borriana.

Torre de Borriana. Turismo Castellón

  • Castillo de Corbó de Benassal

Esta fortaleza se la conoce como Castell dels Corbons y forma parte de la Ruta Jaume I. En 1303, la Orden adquirió, aliviando las deudas de Guillem d’Anglesola, los territorios dependientes de la fortaleza de Culla, y entre ellos se encontraba el castillo de Corbó. El castillo parece sustraído de las rocas y su posición era estratégica, inconquistable a simple vista.

Roquero, muros gruesos, torres barbacanas gemelas de planta cuadrada y otra mayor con aljibe alrededor, así es el castillo de Corbó. Se accede por el sur, por una pronunciada pendiente, y una entrada en el norte. En suma, existe una creencia en la que se dice que en el subsuelo de la fortaleza, en el interior de una gruta, circula un manantial de agua, que esconde un tesoro templario.

Castillo de Corbó. Comunitat Valenciana

  • Les Coves de Vinromà

A finales del siglo XIII, los magos del Temple celebraban ritos mistéricos, según las leyendas, en les Coves de Vinromà. Pese a que estuvieron un corto periodo en el pueblo, la Orden tuvo una casa e iglesia dedicada a Sant Miquel en la zona más alta y unas arcadas cercanas al Portalet en la entrada, donde hay pequeños azulejos que recuerdan a la figura de Sant Vicent Ferrer al lado de Sant Roque por su paso por les Coves de Vinromà. El castillo custodiaba a la población y fue ampliado por los templarios, pero, en la actualidad, está totalmente destruido.

Les Coves de Vinromà. Turismo Castellón

  • Castillo de Culla

Por una fortuna de 500.000 sueldos jaqueses, como bien avanzamos anteriormente, en 1303, la Orden adquirió, por las deudas de Guillem d’Anglesola, los territorios dependientes de la fortaleza de Culla. Algunos eruditos explican que hubo dos motivos, pese a que no se sabe a ciencia cierta las razones: la dificultad para acceder a la fortaleza entre profundos barrancos naturales dando refugio a colectivos numerosos cátaros y para trabajar en el laboratorio donde desarrollar la alquimia y otras artes científicas por los magos del Temple.

Otra anécdota curiosa es la de la leyenda más romántica en relación con los templarios, conservada en la ermita de Sant Cristòfol. Un caballero se enamoró perdidamente de una muchacha de Benassal. Por ello, el comendador quiso frenar tales sentimientos enviándole a tierras lejanas. No obstante, con su regreso, fue a visitar a su amor, a Ores, que por ese entonces ya estaba casada, por lo que acabó suicidándose, clavándose su propia espada por la tristeza que emanaba tras enterarse de la noticia. Fue enterrado fuera de tierra sagrada, pero una vez disuelta la Orden, los vecinos y vecinas construyeron una ermita para que el caballero enamorado descansara y se recordara como el templario que puso por delante el amor.

Imagen del casco histórico de Culla. Turismo Castellón

  • Castillo de Santa Magdalena de Polpís

El castillo de Polpís se encuentra a un par de kilómetros del pueblo y es de origen hiapano-musulmán y todavía se conservan algunos restos. En la actualidad, es irregular y le falta un tercer recinto que gira entorno a un patio de armas. Los templarios ocuparon la fortaleza dos veces, una en 1199, tras la conquista a los hispano-musulmanes y otra vez en 1277. Esto es porque hubo un tiempo en manos de los andalusíes, pero en 1233 Jaume I lo volvió a recuperar hasta que acabó formando parte de la Orden nuevamente y que conservaron un largo tiempo. Los caballeros de las ocho beatitudes ampliaron el castillo y obraron la iglesia parroquial del pueblo de Santa Magdalena de Polpís, cuya patrona se ve vinculada con los templarios.

Castillo de Polpís. Turismo Castellón.

  • Castillo de Vinrobí

El castillo o torre se sitúa en el centro del casco antiguo, y son un conjunto de ruinas pertenecientes al edificio original. Entre las torres medievales que había, queda la llamada Madoc, en el camino hacia Culla, construidas por los templarios. No obstante, no fue hasta 1303 cuando la Orden tuvo acceso a ellas. El resto de materiales en decadencia como piedras, arcos, columnas así como también parte de las murallas que quedaron tras el paso del tiempo y el abandono de la fortaleza se utilizaron en el siglo XVII para la iglesia, la parroquia de Sant Bartolomé en la actualidad. Cabe señalar que actualmente se llama Castillo o Torre de Embesora, como el nombre del municipio al que pertenece y cuenta únicamente con 162 habitantes, por lo que parece ser un lugar tranquilo para explorar.

Para más información, puedes consultar el libro Los Castillos Templarios de España de Jesús Ávila Granados, escritor granadino profesional especializado en temas históricos y medievales, que ha realizado una magnífica investigación acerca de los castillos templarios de Castellón y del resto de España.

 

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