Creció pegado a la tele, absorto por las aventuras de Al filo de lo imposible, el programa de TVE que desde 1982 llevó a la pequeña pantalla las expediciones más arriesgadas y las escaladas de los ochomiles más famosos del planeta, como el Everest, el K2 o el Kangchenjunga, con leyendas como Juanito Oiarzabal o Edurne Pasabán como protagonistas. Esas espectaculares imágenes y la lectura de clásicos del alpinismo acabaron por forjar en Víctor Porcar un apasionado de la montaña en general. Y de Penyagolosa en particular.

Este informático de profesión, pero montañero, reportero y fotógrafo de vocación, lleva el Gegant de Pedra en los genes. Hasta el punto de que pocas personas en la provincia de Castellón tendrán un conocimiento tan exhaustivo de Penyagolosa y su entorno como Víctor, tanto teórico como sobre el terreno. De ello dan fe sus fotografías y vídeos, un referente gráfico para los penyagolosamaníacos y que ahora quiere compartir con Mediterráneo.

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Las fotos más espectaculares que jamás hayas visto de Penyagolosa Víctor Porcar

Estudioso de Penyagolosa

Víctor Porcar ya fue el encargado de celebrar los 115 años de la primera expedición a Penyagolosa documentada en imágenes, con el historiador Carlos Sarthou y el pintor Martínez Checa, con un reportaje en Mediterráneo que vale la pena revisitar.

Con la misma filosofía de estos pioneros, Víctor cuenta por centenares sus expediciones a la cima más alta de la provincia de Castellón y, quizás (se admiten discusiones), la más emblemática de la Comunitat Valenciana. La mayoría de las veces acompañado, pero otras solo. El romanticismo del hombre y la montaña, frente a frente. Y en esas situaciones son en las que ha conseguido plasmar algunas de las imágenes más bellas de Penyagolosa.

Espectacular amanecer en Penyagolosa VÍCTOR PORCAR

Desde impresionantes puestas de sol, jugando con el contraste de luces y sombras que se forman sobre el macizo; pasando por las no menos espectaculares imágenes nocturnas de un Penyagolosa bajo un manto de estrellas infinitas, algunas fugaces captadas por la experimentada mano de Víctor con la cámara; o recreándose en la flora y la fauna, con las cabras montesas mirando fijamente el objetivo como únicos testigos.

Varias cabras montesas, la fauna de un paraje privilegiado en Castellón VÍCTOR PORCAR

Arraigo familiar

Pero, ¿por qué esta pasión por Penyagolosa? Si la televisión y la lectura le contagiaron su amor por la montaña, el arraigo familiar es el culpable de su pasión por el Gegant de Pedra. "Es cierto que tengo una predilección especial por Penyagolosa y su entorno, tal vez por el hecho de que mi abuela nació en Vistabella. Aunque se tuvo que trasladar a muy corta edad a Castelló siempre nos transmitió con nostalgia su apego a su tierra natal", explica Víctor.

"La forma de Penyagolosa roza la perfección; una cara norte inclinada pero accesible y una cara sur con abismales precipicios"

Pero más allá del arraigo, el fisonomista más destacado de Penyagolosa no duda en afirmar que los atractivos de la montaña por excelencia de Castellón hicieron el resto: "Creo que estamos de acuerdo con que Penyagolosa es la montaña en mayúsculas de nuestra zona. Una montaña mítica, incluso para algunos (es su caso) mística. Su forma roza la perfección; una cara norte inclinada pero accesible y una cara sur con abismales precipicios".

Víctor, en uno de los puntos más reconocibles de Penyagolosa VÍCTOR PORCAR

El encanto del invierno

Víctor ha retratado Penyagolosa en todas las estaciones del año, pero es en invierno, cuando las condiciones son meteorológicamente más adversas, cuando este apasionado del montañismo disfruta al máximo. "Es cuando más me gusta salir a la montaña, en condiciones extremas. Por ejemplo, un barranco que normalmente está seco, con agua, hielo o nieve puede convertirse en todo un espectáculo", reitera.

Víctor disfruta con experiencias climatológicamente extremas en el pico más alto de la provincia de Castellón VÍCTOR PORCAR

Las últimas imágenes de Penyagolosa captadas por la cámara de Víctor Porcar datan del pasado fin de semana (28 y 29 de enero), cuando en varias zonas del interior de la provincia, incluida la comarca del Alt Maestrat donde se posa majestuoso el gegant de pedra, se rozaron en las primeras horas de la madrugada los 13 grados bajo cero. "El frío era intenso, pero con un buen material técnico y las debidas precauciones no hay problema en salir a la montaña en esas condiciones", explica Víctor. Para él, un poco de 'sufrimiento' merece la pena. Lograr la imagen perfecta de Penyagolosa es, y seguirá siendo, uno de sus grandes retos.