Peñíscola todavía se encuentra en temporada baja, pero con las altas temperaturas con las que hemos comenzado en mes de marzo ya hay muchas actividades que poder hacer en uno de los pueblos más bonitos no solo de la provincia de Castellón, sino de toda España.

No solo tenemos el atractivo del Castillo de Peñíscola, abierto todo el año y que en estas fechas se puede visitar de forma más tranquila que en verano. Además, el simple hecho de pasear por el casco antiguo ya es toda una experiencia, descubriendo a cada paso rincones pintorescos.

Por supuesto, con las actuales temperaturas se puede disfrutar de las playas de Peñíscola, menos concurridas al estar en temporada baja. Y también, al aire libre, disfrutar de un entorno natural privilegiado, con la Serra d'Irta a pocos kilómetros. Ya no hablamos de disfrutar de la gastronomía, con numerosos restaurantes y bares donde probar la paella, los arroces, el pulpo seco o el pescado fresco.

Peñíscola es uno de los pueblos pesqueros más encantadores de la Comunidad Valenciana ISTOCK

Pero, ¿y si viajo con niños? Hay opciones para que los más pequeños disfruten tanto o más que los adultos de este encantador enclave de la provincia de Castellón. Vamos a repasar una decena de actividades que puedes hacer con los 'peques' de la casa.

Planes con niños en Peñíscola

  1. Darse un baño en sus playas. Son extensas, accesibles y poco profundas, por lo que son perfectas para ir en familia. Además, disponen de'área bebé' y servicios para los más pequeños en el Punto Accesible. ¡Puedes encontrar hasta un barco pirata!
  2. Las historias del Castillo del Papa Luna. Fue el último castillo de los templarios antes de su trágico final. Entre sus paredes, esconde un sinfín de anécdotas sobre conquistas entre moros, judíos y cristianos. ¡Y te lo cuentan de forma divertida a través de representación teatral! Las actuaciones al estilo cineasta, incluyen el uso de títeres para ofrecer un espectáculo de aproximadamente una hora y media. Sin lugar a dudas, te sentirás como parte de la leyenda. Mientras te diviertes, los personajes fomentan la recreación sana llena de encanto.
  3. Museo de la Magia. Para los amantes de la magia, no hay nada mejor que este prestigioso museo. Las ilusiones en vivo son muy sorprendentes, y te dejarán con la boca abierta. Incluye elementos místicos, con la exhibición de magos reconocidos internacionalmente cuyos poderes magistrales se ponen de manifiesto. Las habilidades físicas y mentales, junto con la activación de los sentidos, no serán suficientes para descubrir los trucos que hay detrás de cada demostración. 
  4. Recorrer el casco antiguo y buscar los grandes misterios que esconde Peñíscola. ¿Sabíais que hay un bufón entre las casas? Si tenéis suerte, podéis ver cómo asoma el mar con un gran estruendo. ¡Los niños se emocionan al verlo!
  5. Visitar el Museo de la Mar. Con el objetivo de conservar el patrimonio marinero de Peñíscola, en este museo se encuentran piezas de fondos arqueológicos y etnológicos, maquetas de naves, medios audiovisuales y tres acuarios con especies marinas mediterráneas
  6. Una ruta por el Parque Natural de la Serra d'Irta. A lo largo de sus más de 15 kilómetros de costa virgen se hayan numerosas calas, fortalezas y zonas rocosas con preciosos acantilados.
  7. Recorrer los escenarios de cine. En Peñíscola se han rodado películas como 'El Cid' o 'Calabuch', o míticas series como 'Juego de Tronos' o 'El Chiringuito de Pepe'. Y es que Peñíscola es una ciudad plató. Su ubicación estratégica le ha convertido en un escenario privilegiado para producciones cinematográficas o de cine.
  8. Dar un paseo en barco y observa Peñíscola desde el mar. Existen numerosas excursiones y en algunas de ellas se puede hacer snorkel. ¡A los niños les encantará descubrir el fondo del mar!
  9. Jugar en los numerosos parques infantiles. Los hay desde la playa hasta el mismo casco antiguo. ¡Y en todos se disfruta de unas magníficas vistas!
  10. Adivinar cuántas conchas tiene la Casa de las Conchas. La más peculiar edificación de Peñíscola esconde una bonita historia detrás. La casa pertenecía a una familia humilde que se reinventó para salir adelante, convirtiéndose así en los primeros guías turísticos de Peñíscola.