Victorino pidió la revancha porque sabe que la plaza de Castellón es también la suya. Aquí lidió durante veinte años consecutivos su padre y el hijo tuvo el desacierto de enviar un encierro mal presentado, precisamente el día del merecido homenaje a su progenitor en 2018. Rectificar es de sabios y Victorino promete que esta vez no tropezará con la misma piedra.
Un acierto de la empresa volverlo a contratar. Y conste que lo decidió antes del bolón que Victorino pegó a finales de año en la Cali. Tres toros premiados con la vuelta al ruedo tras cortarles nada menos que nueve orejas y un rabo en un duelo que protagonizaron Emilio de Justo y Luis Bolívar.
La Casa Matilla y Victorino se conjuraron para que este regreso fuera un acontecimiento y, por tanto, con un cartel de vértigo. Las negociaciones no han sido fáciles, pero el final, feliz. Tanto, que la Magdalena se inaugurará con un mano a mano entre Miguel Ángel Perera y Emilio de Justo con los toros de Victorino. Ahí queda eso.
Perera, figura consagrada, ha aceptado el reto de medirse con el mejor especialista que hay ahora mismo con el hierro de la A coronada. Es una tarde que apunta al no hay billetes porque nadie querrá perderse el duelo de alto voltaje programado para el domingo 20 de marzo.
