Santi Domecq, la bravura de moda que reseña un encierro de categoría para Castellón

No es fácil que una ganadería logre tener peso específico en los carteles y Santiago Domecq, ahora mismo, lo ha conseguido. Su presencia en la Magdalena ha sido acogida con enorme agrado por los aficionados, que tendrán el privilegio de poder ver el hierro de moda, el que todos los empresarios quieren tener en sus ferias, el que casi todos los toreros quieren lidiar.

Y es que esta divisa jerezana puso a todo el mundo de acuerdo el año pasado, siendo la gran triunfadora de la temporada con grandes corridas en Sevilla, Madrid, Dax y sobre todo València, donde Román indultó a Escondido, un toro bravo donde los haya. Con el recuerdo de aquella gran tarde, son muchos los aficionados que acudirán a la plaza de Castellón el sábado 29 de marzo, más allá de que el cartel sea uno de los más atractivos de Magdalena con el duelo entre Luque y Rufo. «El indulto de Escondido ha tenido una enorme repercusión en toda la zona, además tenemos un gran cartel en las calles de la Comunitat Valenciana y así lo sentimos cuando lidiamos en la Feria de Julio del año pasado, porque vino mucha gente a vernos y a arroparnos. Nos consta que hay interés en esta corrida de Castellón. Nos hace mucha ilusión que vengan a vernos, pero la responsabilidad es todavía mayor. Eso nos obliga a esforzarnos aún más para que salgan las cosas bien», confiesa Santi Domecq hijo. 

Inicio de la venta de entradas para la Feria de la Magdalena 2025

Selección

El ganadero es consciente de la trascendencia. No es una cita cualquiera en la temporada, por eso, además del regreso a esta plaza después de 30 años, en Garcisobaco hay reseñada una corrida de mucha categoría. «La responsabilidad es grande y por eso hemos escogido el lote con muchísimo cariño», adelanta el jerezano, que desvela cómo es el conjunto elegido. «Es la única corrida de esta categoría, de plaza de segunda, que vamos a lidiar este año y por eso tenemos mucha ilusión depositada en ella. Es una corrida muy pareja y bonita, a la altura de un cartel tan importante», resalta.

En la finca jerezana hay nueve toros reseñados, «más de lo normal», matiza Santi, quien destaca la armonía de sus hechuras en un conjunto variado de pelajes, con un par de toros burracos y algún chorreado. La de Santiago Domecq es una ganadería con personalidad propia. Algo así como un encaste nacido de una amalgama de sangres como Núñez, Juan Pedro Domecq, Torrestrella o Jandilla. Más de 40 años apostando por una alquimia que está dando ahora sus mejores frutos, con un toro que convence a ese triángulo formado por toreros, público y ganadero.