Rosa López fue la protagonista de la última entrega de 'Lo de Évole'. La cantante y ganadora de la primera mítica edición de 'Operación triunfo' emocionó con su relato en una entrevista tragicómica, porque también hubo momentos para la risa. De hecho, durante la entrevista, en un emotivo momento en el que rompía a llorar, un espejo cayó encima de ella. Jordi Évole, visiblemente asustado, fue a socorrerla, aunque por suerte todo quedó en anécdota.

Durante la charla, Rosa contó que mintió para entrar en 'OT': "Dije que tocaba el piano, que vivía en Armilla y que sabía un segundo idioma, el inglés”. A partir de entonces comenzó a vivir "experiencias que no me sonaban de nada": “Fue terrible separarme de mis padres en el aeropuerto, ver a mis padres llorando de esa manera, que se les caía el mundo encima”.

La cantante volvió a ver imágenes de su casting en el 'talent': "He tenido momentos de no querer verlo y luego me he dado cuenta de que tengo mucho que aprender de aquella Rosa. No quiero volver a la inconsciencia de aquellos momentos pero echo de menos esa valentía de no saber qué hay. Porque para subirse a un escenario hay que tener muchos bemoles”.

Rosa, que reconoció que llegó a pensar que ganó "por pena", se enfrentó a su nueva vida tras la victoria: "Descubrí que casi toda mi vida la decidían otros y me di cuenta de que debía decidirla yo con mi criterio. Saber diferenciar cuando es necesidad o iniciativa”.

En la misma línea habló sobre su primer disco: “No es que no me gustara, pero lo grabé muy rápido. Dos canciones por día, sin sabérmelo. Ya planeaban mi gira, los colores que llevaba, el vestuario, fue una locura. Y en 2004 dejé de sonar en la radio”, se quejó.

También habló de su deuda con Hacienda: “Pregunté al gestor y me dijo que no había justificado 80 millones de pesetas. Vendí las dos casas y me compré un pisillo en Madrid. Una situación que respondía a no tener ni puñetera idea de la vida y aprender”.