Hace tan solo unos días saltaba la noticia sobre la complicada situación en la que se encuentra Federico Prat, el hijo menor de Joaquín Prat y Marianne Sandberg. En una entrevista concedida a Canal 8, el hermano del periodista Joaquín Prat aseguraba que pide limosna en la calle y hablaba también sobre la "delicada" relación que mantiene actualmente con su familia.

Federico, que a diferencia de sus hermanos se ha mantenido alejado del foco mediático, vive en un pequeño piso de alquiler en La Línea de la Concepción (Cádiz) y pide ayuda para encontrar un trabajo: "Estar en la calle pidiendo no es lo mío. Soy noble, no soy una persona mala y necesito ayuda". 

"Ahora mismo tengo un techo donde quedarme, tengo mi casa y pago el alquiler con lo que saco de la calle (...) no me lo gasto en droga ni alcohol". Respecto a su familia, reconoció que no está "muy contento con ellos". "No tenemos buena relación, no nos hablamos apenas", afirmó. 

Las declaraciones de Federico no han pasado desapercibidas para sus hermanos, que se han pronunciado a través de un comunicado compartido en sus redes sociales. En un extenso mensaje, Andrea Prat comienza refiriéndose a su hermano como "un ser maravilloso con un corazón de oro". "Ha sido siempre querido en casa, es educado, cariñoso sensible", afirma. 

Sin embargo, apunta que también es "un adicto" y que tanto ella como el resto de su familia han intentado ayudarle desde hace más de doce años "acompañándole en numerosos tratamientos de rehabilitación, centros de toda índole y también en casa". 

"Finalmente y tras un duro camino, especialmente para mi madre, esto solo lo comprenderá quien haya tenido que vivir lo mismo en primera persona, el propio Fede escogió vivir en el sur y continuar con su adicción", lamenta Andrea, que firma el comunicado junto a sus hermanos Joaquín y Alejandra.

Asegura también que, durante todo este tiempo, su madre "se ha hecho y sigue haciéndose cargo cada mes del lugar en el que vive". "Aunque ha tenido oportunidades, ha continuado inmerso en el mundo terrible e inmundo de las drogas", señala la joven, que no se muestra optimista en cuanto a la recuperación de su hermano: "No esperamos que algún día se cure, pero sí tener privacidad familiar para seguir gestionándolo de la manera menos dañina para todos". 

"Las cosas a veces no son lo que parece, son muchos años de sufrimiento que solo nosotros conocemos. Ojalá nadie tuviera que pasar por esto, ni el enfermo ni la familia que desgraciadamente sufre igual. Juzgar es muy fácil, pero la vida no es blanco o negro. Nuestra familia es una piña para lo bueno y para lo malo y así va a seguir siendo", finaliza en la publicación.