La tensión que se vive en Pasapalabra y que Rafa y Orestes se hayan quedado a una palabra de ganar el bote está dejando de ser noticia. Los dos concursantes son muy muy buenos y nos tienen en un ¡ay! cada tarde cuando las letras les rodean la silueta en el televisor.

Veas o no veas el programa sabes que vas a vivir una tarde de emociones y que quizá puedas ser testigo de cómo uno de los dos se convierte en millonario. Y es que el bote de este programa ya alcanza los 1.888.000 euros, una cantidad nada desdeñable y que hace que el formato se vea envuelto, casi a diario, en polémicas. 

La afición está dividida y eso es así. Rafa y Orestes tienen sus propios seguidores y los defienden a capa y espada. A unos les gusta más el estilo del sevillano, quizá más conservador, y a otros el del burgalés que, según apuntan, es más arriesgado. 

Polémica con el rosco

Pero uno de los clásicos a la hora de las quejas de los telespectadores es la diferencia en la dificultad de los roscos. El clamor popular en Twitter siempre es que el rosco de Rafa es mucho más fácil que el de Orestes. 

Este miércoles era Rafa el que quedaba a una palabra de completar los 25 aciertos del rosco. Le faltaba sólo la palabra que empezaba por ‘V’, la definición que se buscaba era “nombre del grupo de música que publicó el álbum astromelia en 2011”. “Cuando estás con 24 algo tienes que decir y algo diré pero no será porque no sé si es un grupo de música”, comentaba Rafa antes de responder “Vampir”. Error, el nombre del grupo es ‘Ventilader’.

Por su puesto, que el sevillano se haya quedado a palabra de completar la prueba final ha encendido a los defensores de Orestes. A una publicación del programa sobre que “la situación se va a poner muy interesante”, una twittera responde: “hoy no lo he visto, me meto a leer los comentarios para ver qué es lo “interesante” y solo le comentarios sobre la mismo <<la vergüenza del rosco de primaria de Rafa>>. @PasapalabraA3 en su línea vamos”.

Otros comentarios siguen esta misma línea: “Los roscos deberían ser iguales”, “Otra vez Orestes a la silla. Y cómo no, con esa dificultad que le ponen. Al otro gana dinero con palabras bien bien facilitas”. Incluso hay quien amenaza con dejar de ver el programa: “O gana Orestes el bote o perderéis audiencia en cuanto empieza el programa de Cristian Gálvez. Eso es así”.