Pasapalabra es el concurso por excelencia de la televisión española. Día tras día registra grandes datos de audiencia, lo que le permitió consolidarse en la parrilla en Telecinco en un primer momento y en la actualidad en Antena 3, desde que una sentencia del Tribunal Supremo obligó a la principal cadena de Mediaset a dejar de emitir este formato que por aquel entonces presentaba Christian Gálvez

El gran objetivo de los diferentes concursantes que han ido apareciendo y aparecen en el mediático programa es el de conseguir el bote, que en la actualidad sobrepasa los dos millones de euros. Menos cantidad consiguió embolsarse en su día Fran González, el mítico concursante que el 22 de enero de 2019 salía del programa con un bote de 1.542.000 euros bajo el brazo tras 168 entregas peleando por el Rosco.

¿En qué se gastó semejante suma de dinero? Esta es la pregunta que le han formulado en una reciente entrevista en El Español, en la que responde sin tapujos. "Aunque suene a tópico, no me cambió mucho la vida el dinero del premio", afirma el popular concursante, que no esconde que sí ha podido ayudar a muchos en su entorno más cercano.

El asturiano, en su paso por el programa cuando se emitía en Telecinco.

Tras pagar el 48% del premio a Hacienda o, lo que es lo mismo, cerca de 700.000 euros, González invirtió buena parte del resto del dinero en comprarse dos casas, una de ellas en la que reside, y en la empresa familiar de ahorro energético e instalación de placas solares: "En el fondo, ganamos todos", asegura el concursante, que desvela además que fue generoso con sus seres queridos: "Les di dinero a mis hermanos para que pudiera mejorar su calidad de vida en general, y además también anulamos la hipoteca que estaban pagando mis padres; me compré un coche y todavía queda un buen pellizco para futuras necesidades, viajes, estudios...".

Además, el asturiano, uno de los rostros más conocidos de la etapa de Pasapalabra en Telecinco, admite que en la actualidad vive más desahogado gracias a las inversiones que realizó con el dinero conseguido con el bote del programa, y ha pasado de comprar entre tres y cuatro libros al mes a seis o siete, además de haber podido continuar con su formación académica y realizar diferentes viajes por Europa

"Dos años después de ganar el bote hice otro Máster, en este caso de Oncología y Biomedicina en la Universidad de Oviedo, aunque siento que tengo que darle un giro radical a mi vida. En investigación no he tenido la oportunidad de demostrar mi valía y me he estado preparando para hacer el BIR (Biólogo Interno Residente), ojalá me haya salido bien el examen... Si no consigo plaza, creo que voy a dedicarme a actividades de Cooperación Internacional porque tengo la intención de hacer un par de voluntariados y ayudar a la gente que lo necesita, algo muy necesario", reconoce por último el concursante al que en la actualidad intentan emular Rafa y Orestes.